Hoy justamente tocaron a mi puerta dos señoras que me vinieron a hablar de Dios, y las escuché, pues pienso que todos meceremos atención, me hablaron de un gobierno de Dios, "jehová", que iba a llegar pronto, entre otras cosas más (muy seguras de sí mismas).
Bueno acá voy a dar mi perspectiva sobre la situación, pienso que de algún modo tenemos que buscar algo que haga más aceptables nuestros miedos, miedos que tienen causa, y que su consecuencia nos molesta; hay que tener claro la existencia de algo más allá, algo que no hay que negar ni tampoco afirmar demasiado, ya que puede ser patológico en determinado momento. considero que los miedos y los deseos inaceptables socialmente hay que sublimarlos, (hacerlos más aceptables), y en este caso los sujetos los subliman, creyendo demasiado en algo y actuando de acuerdo a eso, pues les de la esperanza de mantenerse vivos, de sobrevivir en este juego de fuerzas contrarias.
Los miedos nos atan al Otro (sociedad) y nos dictan el límite que no podemos sobrepasar, excepto algún perverso que con total consciencia se salta la regla, y creo que ellos (los perversos) están más adentro de estas organizaciones que afuera. es respetable el hecho de que con cada visita infundan un miedo latente que sólo se expresa en actitudes neuróticas-obsesivas o histéricas típico en la insignia del Otro, y que de algún modo nos refuerza los sentimientos arcaicos de angustia, pero sin embargo no estoy de acuerdo con el hecho de que nos perturben la tranquilidad con ideas un poco ilógicas (el relato de Jonas), que solo incrementan el desconocimiento en los sujetos, debemos de ser un poco más racionales, o críticos de todo lo que se atraviesa a nuestra vista, y no apoderarnos de esas ideas heredadas de la antiguedad que sólo nos distorsionan los pensamientos.
En fin, de esto hay mucho por hablar.
Carlos E. Correa L. "KikE"