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jueves, 27 de noviembre de 2014

108 - En las Entrañas de Satanás



Ensayo realizado para taller de investigación 1 en la maestría Cultura y Droga de la Universidad de Caldas - Manizales.


EN LAS ENTRAÑAS DE SATANÁS
“Sobre el consumo de Bazuco"
Por: Carlos Enrique Correa Lagos[1]


RESUMEN
El presente ensayo muestra en tres fases el fenómeno del consumo de bazuco, desde el concepto y su nombramiento en la calle, pasando por el análisis de la experiencia contada por los mismos usuarios, comparándola con la persona de Satanás y toda su trama individual, hasta llegar a una observación del estudio del año 2013 que realizaron entes gubernamentales.
Palabras clave: Bazuco, consumo, satanás

ABSTRACT
This paper shows in three phases, the penomenon of crack cocaine consumption, from concept and his appointment to the street, through the analysis of the experience recounted by the users themselves, comparing it to the person of Satan and all his individual plot, to reach an observation study conducted in 2013 that government entities.
Keywords: Bazuco, consumption, satan

Las sociedades, las familias y los individuos están conformados por un mundo simbólico en el que conviven la gran mayoría de personas, con signos y marcas que legitiman una realidad como real, y las que se quedan al margen de ese mundo, igualmente están en otro orden, bien sea en la locura que es definida como:
      1. f. Privación del juicio o del uso de la razón.
2. f. Acción inconsiderada o gran desacierto.
3. f. Acción que, por su carácter anómalo, causa sorpresa.
4. f. Exaltación del ánimo o de los ánimos, producida por algún afecto u otro incentivo.
Rae (2014)

Quedan aisladas en la anormalidad o en la enfermedad mental con sus múltiples variantes. Así pues, van emergiendo juicios y de aquí parte la organización de algunas sociedades occidentales que han trazado sus creencias bajo el estatus de la religión cristiana, actualmente con todas sus diferenciaciones.
Este texto emprende la tarea de exponer además de un “problema” social, un conflicto individual que es el consumo de drogas, y dentro de ellas el consumo de bazuco enfáticamente. Se dividirá en tres partes. La primera es el concepto básico del bazuco y cómo se le llama en la calle. La segunda es un análisis de la experiencia dentro del mismo consumo tomando de referencia algunos testimonios de consumidores y al mismo tiempo esto, atravesado  por el concepto de “Satanás”. Y la tercera es una mirada de la situación actual del consumo.

A la gran mayoría de individuos que se encuentran por fuera de este contexto de las drogas les podrá asaltar la siguiente pregunta: ¿Qué es el bazuco?
Acá dos definiciones de fuentes diferentes, la primera:
El basuco es un polvo blanco-grisáceo o café, de sabor amargo y olor astringente; se obtiene del procesamiento químico de las hojas de coca, ya sea como residuo o subproducto. Un cigarrillo ordinario de basuco contiene de 40 a 80% de pasta básica de coca, y proporciones diversas de ácido sulfúrico, gasolina, éter, metanol, kerosene y bases alcalinas. Pérez (Nuevos Rumbos).
La anterior definición es formal, lleva conceptos de su composición y contenido. La segunda es:
En el argot de los adictos, se le llama bazuko, baserolo, susuki, zuko, y es, como droga, una de las más tóxicas que se pueden ingerir. Es, en esencia, extracto crudo de las hojas de coca sin refinar. Su procesamiento es tan elemental que generalmente se produce a nivel doméstico: se macera la coca liberando la savia, se rocía con bicarbonato, se disuelve en gasolina y se filtra. A menudo se utilizan también ácido sulfúrico, cloroformo, éter y kerosene. El resultado es una base de coca, altamente venenosa y peligrosa por cuanto no se sabe a ciencia cierta qué sustancias la componen. Semana (1983)
Esta segunda definición brinda una información pero con cierto objetivo de disuadir al lector. También permite conocer en el ambiente de la calle como es llamada, ya que de la ciencia al sentido común y en particular a los consumidores este término adopta matices diferentes.
Es posible que su misma composición de sustancias diversas y tóxicas para el organismo tenga incidencia en el efecto que causa en los consumidores que dicen ser “cogidos o agarrados” y tienen al bazuco como una sustancia de mal prestigio, de degradación y del límite que es la indigencia y habitar en la calle, pero al mismo tiempo les genera placer, una satisfacción momentánea. Esta ambivalencia es la que se leerá después.
En el artículo antes citado de Semana, llaman a la sustancia como “Tóxica y venenosa”, con ello se referencian la década de los 80´ cuando estaba tomando fuerza la cocaína en Colombia como producto de exportación. Ahora no es considerada de manera diferente ya que está definida como “el vicio del diablo”. Acá surge la pregunta necesaria y es ¿qué lleva al bazuco a tener ese nexo tan directo con lo demoniaco, el diablo o Satanás, que las otras drogas no poseen con tanta fuerza?
Este interrogante introduce el campo más amplio de este fenómeno que es el sentido que le da el consumidor a su acto y a todo el universo simbólico como lo nombra Berger refiriéndose a:
El universo simbólico se concibe como la matriz de todos los significados objetivados socialmente y subjetivamente reales; toda la sociedad histórica y la biografía de un individuo se ven como hechos que ocurren dentro de ese "universo”. Berger y Luckmann (2001) P. 125.
Es decir que lo se verá en estos relatos, uno de un habitante de la calle, otro de un adicto rehabilitado y mantenido en grupos de Alcohólicos Anónimos (AA) y otro de un consumidor, seguirán el motivo de este texto.
[…] como el diablo hermano, como el diablo. Pero vea, armó e un coso así tan  grande, y ese humero y ese olor tan bueno. Y entonces yo ya me fui para allá y acabé eso y tan!, sentí yo un punto donde ese día cogí  … yo no conocía eso. ¡Eh! Y yo viendo eso tan bueno eso que vino de Medellín, lo mejor de Medellín, y eso chirriaba muy bueno y ese olor tan lindo (risa). Como satanás (risa). Hermano, y me agarró ese humo, ¿y qué será si yo nunca he sido así?: y me dijo: hágale, bien pueda fume, y yo veía al hombre que armaba eso en marihuana y yo vi que le roseaba un polvo así, eso lo daba como nevado de vuelo, (risa) eso quedaba como el nevado de vuelo (risa). Cuando me lo pasa…cuando ese día, pasamos ese día mal ¿no? Y entonces, eran de por allá como de Itagüí el hombre. La Posada (2013) P.5.
El anterior es el relato de MC donde habla de su primer contacto con el bazuco nombrándolo como “el diablo” pero siendo habitado al mismo tiempo por cierto estado de satisfacción y de gusto haciendo un énfasis importante en el olor que lo califica de “lindo”, lo anterior lo ubica en un puesto diferente que no lleva el orden de prohibición y de juicio, al contrario es una posición guiada por la satisfacción que le proporciona.
El bazuco es una dimensión diferente a todo eso – se refiere a las otras drogas – es como ver que el bazuco es una droga tan rara que es como ver que la sensación que siente un adicto o yo, CO, yo no sé los otros bazuqueros, esa sensación del embale que llaman es totalmente desagradable, mano, es dolorosa, es dolorosa, pero ese olor, ese caos ese dolor como que gusta, como esa forma de autodestruirme me gusta y de ahí no me dejan salir, porque yo quiero, pero no me dejan salir […] Es el Hades. Entrevista a CO (2014).
Este otro relato muestra una cara diferente de un exconsumidor de bazuco que refiere lo mismo sobre el olor, mostrando no gusto, sino extrañeza, una sensación desagradable, y dolorosa.
Aquí se nota entonces el universo simbólico que nombran Berger y Luckmann cuando dicen "pone cada cosa en su lugar", que aunque consuman la misma sustancia en apariencia, el primero fumada, y el segundo en pipa se configuran experiencias distintas. Se pensaría entonces que las dos formas de ingesta dan ese efecto, sin embargo surge la pregunta de, ¿qué los lleva a sentir y a pensar a los que fuman, placer, mientras al otro, dolor, que su sustancia está en relación con Satanás, con el diablo, con el demonio, y por qué no en relación con lo divino, lo sagrado, con Dios?
El nombre de “Satanás” viene, según el concurso general,[2] del verbo satan = impugnar, retar, perseguir y en forma más especial: impugnar por medio de acusaciones […] El significado “perseguir en encono”, “acechar”, como se desprende de génesis XXVII, 41 y XLIX, 23, quería decir inicialmente en forma concreta, intrigar en el sentido de poner un lazo, o una trampa, de poner grillos.[3]
Jung en el estudio citado hace un rastreo del concepto de Satanás desde la religión en el antiguo y nuevo testamento, para dar cuenta del concepto y de la persona que lo representa. Da aquí unos significados que abarcan toda su investigación y son acordes a lo que se elabora en este texto.
Aparecen entonces conceptos que integran a Satanás que son, impugnar, que significa “1. tr. Combatir, contradecir, refutar[4]. Retar, 1. tr. Desafiar a duelo o pelea, o a competir en cualquier terreno.[5] Es aquí donde hay que detenerse en ese termino de impugnar, y aparece la pregunta, ¿con quién está combatiendo y peleando, a quién está desafiando, el consumidor de bazuco?
Habrá entonces que escuchar a un protagonista cuando dice:
Entrevistado: Satanás me quiere ganar a mí, y yo no me dejo ganar de él […] Entrevistador: quién le decía que se lo iba a llevar. Entrevistado: El diablo, el diablo, yo le gano me decía y yo decía no, yo le gano al diablo.
Aquí este consumidor le da forma al significado y hace conocer en su propio testimonio de vida el sentido de esta pelea, parcialmente.
La otra parte del concepto es, “perseguir en encono”, “acechar” que es, Observar, aguardar cautelosamente con algún propósito[6]. y poner un lazo, o una trampa, de poner grillos.
Entrevistador: hay veces que quiere salir y no puede. Entrevistado: no puedo, yo siempre quise salir, yo llegaba a tener el cacho y la pipa, y llorar, yo terminé llorando consumiendo, no querer consumir, y yo lloraba, yo le pedía al creador que me sacara, yo me arrodillaba, yo muchas madrugadas decía no más! Yo no quiero más, no quiero consumir más, esto me está matando, pero no puedo! Qué hago! No podía!. CO (2014)
Aquí lo completa el decir de CO, “yo quería salir pero no puedo”, fue acechado observado cautelosamente y después de caer en la trampa, le pusieron los grillos, el lazo que lo mantenía en la adicción.
Los relatos de estos tres sujetos entrevistados se puede notar que construyen un material importante en la categoría del consumo y de la experiencia frente al mismo. Hacen notar el papel relevante que se nombró antes y es el papel de Satanás en sus experiencias subjetivas, lo importante que se ve es que en ninguna está Dios o lo divino como se nombró también antes. Así que allí se puede notar un elemento de culpa, de degradación y de minusvalía que es a lo que lleva el pecado.
Por último es lícito mirar los datos del estudio nacional y darle una mirada a la situación colombiana del consumo de bazuco.
[…] unas 49 mil personas, -consumen-  de las cuales, 45 mil son varones […] El consumo de basuco según niveles socioeconómicos muestra mayor prevalencia en el estrato 2 y representan unos 24 mil usuarios. Si bien no hay significación estadística, es el dato con menor variabilidad. […]
Con estos datos se puede visualizar en impacto en la población de la ingesta de esta sustancia. El bazuco es la tercera sustancia más consumida de acuerdo con cifras. Sin embargo se estipula que el estrato 2 tiene mayor representatividad, dejando claro que no hay significación estadística.
En el estrato 2 es donde hay mayor consumo, pero en el estrato 3 hay 4.357 y en el 4, 5 y 6 en el estudio registran 436 personas consumidoras, dato impreciso ya que el periódico el tiempo en un artículo del mismo año del estudio dice que:
En sus cuentas, de las 49.756 personas que usaron esa droga el año pasado en Colombia, 6.387 pertenecen al estrato 3 y 4.825 a los estratos 4, 5 y 6.
Queda entonces la duda de la veracidad de los datos oficiales, ya que en las calles se ve lo que en los altos estratos es posible mantener.
Finalmente ya habiendo hecho este recorrido se concluye que el bazuco es una sustancia cargada con ambivalencia a nivel subjetivo, que el uso que le da el académico al concepto dista de lo que el propio usuario piensa, y que el consumo tiende a crecer a diferencia de otras sustancias, que se estabiliza.






[1] Psicólogo, Candidato a Magister en cultura y Droga de la universidad de Caldas.



[2] Vease ante todo Hebr, und aram.Handwörterbuch über des Alte Testament, 1915, de Gesenius-Buhl y Lexikon in veteris testamenti libros de Ludwig Köler, en prensa, pero cuyo manuscrito me fue proporcionado por el autor. Citado en Jung (2012) Simbología del espíritu. Ed: Fondo de cultura económica. Df, México, P. 128.



[3] Gesenius, Thesaurus Linguae Hebraeae et Chaldeae Veteris Testament, 1840, Sp. 1327: satam = insdiatus est alicui, hostiliter persecutes est eum… Origo est in laqueo, vel potius decipulo ferreo ponendo, quo pedes prehendantur… Citado en Jung (2012) Simbología del espíritu. Ed: Fondo de cultura económica. Df, México, P. 129



[4] http://lema.rae.es/drae/?val=locura extraído el 14 de noviembre del 2014





BIBLIOGRAFÍA

1. Berger y Luckmann (2001) LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA REALIDAD, Ed: Amorrortu editores, Buenos Aires, Argentina. P. 125.
2. CO. Entrevista inédita. (2014) Centro de Atención en Drogadicción (CAD) Familiar Escuela de Amor. Barcelona, Calarcá, Quindío.
3. Fr. Entrevista inédita. (2014) Fundación Hernán Mejía Mejía. Armenia, Quindío.
4. Revista Semana (1983) BAZUCO, EL VICIO DEL DIABLO. El bazuko, nueva y peligrosa droga, empieza a consumirse masivamente en el país. Fuente: http://www.semana.com/especiales/articulo/bazuco-el-vicio-del-diablo/3217-3 Consultada el 5 de noviembre del 2014.5. Gómez, A (2013) ESTUDIO NACIONAL DE CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS EN COLOMBIA – 2013
6. MC - Entrevista del proyecto: Relatos y Experiencias de vida de habitantes de la calle (2013) LA POSADA.
7. http://lema.rae.es/drae/?val=locura extraído el 12 de noviembre del 2014.

Carlos Enrique Correa Lagos - Psicólogo