EL ORIGEN PROHIBIDO
Por: Carlos Enrique Correa
Lagos
Candidato a Magister en
Cultura y Droga
Cátedra: Historia de las
drogas
Profesor: Jorge Ronderos
Valderrama
La
objetividad y el control siempre han aparecido en los últimos tiempos para
“salvar” el desconocimiento que funda al mundo, tener todo en las manos y
poderlo manejar, tal como se hace con una máquina, ha sido la pretensión de la
ciencia. Si bien han logrado un desarrollo parcial, se dice con Lacan de los
científicos que:
En
sus laboratorios asépticos revestidos de sus guardapolvos
almidonados, esos viejos niños que juegan con cosas desconocidas, manipulando
aparatos siempre más complicados e inventando fórmulas siempre más
oscuras, comienzan a preguntarse qué es lo que podrá sobrevenir mañana y qué
terminarán aportando sus investigaciones siempre novedosas. En fin, digo.
¿Y si es demasiado tarde? Se llamen biólogos, físicos, químicos, para mí están
locos[1].
Así
es como la ciencia oficial al manipular la naturaleza queda siempre sumergida
en las profundidades oscuras de la ignorancia, y siempre ese ha sido el intento,
“manipular”.
Solamente
por el momento, mientras están en vías de destruir el universo, les viene
al espíritu preguntarse si por azar eso que hacen no sería peligroso. ¿Y
si todo saltara? ¿Y si las bacterias tan amorosamente elevadas en los
blancos laboratorios se trasmutasen en enemigos mortales? ¿Y si el mundo
fuera barrido por una horda de esas bacterias con todo lo merdoso
que lo habita, comenzando por los científicos de los laboratorios? Ibid.
Se
hace este comentario previo al tema que se desarrollará porque está en la base
de la discusión, de la interacción, del ser humano con las drogas y la historia
que atraviesa toda la trama.
A
continuación se hará la presentación de un argumento hipotético de suprema
importancia que presenta el profesor Tulio Marulanda Mejía en su texto titulado
El Reino Prohibido, complementando al
mismo tiempo su argumento con ideas propias para elaborar el texto, acompañadas
también, por sustentos de Antonio Escohotado.
Después se hará el resumen puntual de la clase vista el viernes 24 de abril
dictada por el profesor Jorge Ronderos Valderrama, uno de los fundadores de la
maestría Cultura y Droga, en la ciudad de Caldas, Manizales Colombia[2].
La
historia del ser humano se ha venido re-creando en una serie de acontecimientos
evolutivos, culturales, físicos y psíquicos que dan como resultado una cultura
y una sociedad con diversas manifestaciones en su organización.
La
particular historia de las drogas ilumina la historia general de la humanidad
con luz propia, como cuando abrimos una ventana hasta entonces cerrada al
horizonte, y las mismas cosas aparecen bajo una perspectiva nueva. Escohotado,
A (2009) P. 7
La
interacción entre el ser humano y la naturaleza está en el origen del mundo
mismo, pues esto es lo que hubo al principio de todo. Y en consecuencia de
acuerdo con Escohotado ilumina, da luz, a todo lo que se ha creado. Es
necesario darle un lugar a la naturaleza, a lo que de ella ha excluido el ser
humano y ha creado una cultura con pretensión de no-naturalidad, como si por
estar él organizado en una cultura, ella misma no fuera parte de lo cultural.
De lo natural se parte y a lo natural se vuelve.
Lo natural
lleva necesariamente en su interior a las drogas y:
Por
droga –psicoactiva o no- seguimos entendiendo lo que hace milenios pensaban
Hipócrates y Galeno, padres de la medicina científica: una sustancia que en vez
de -ser vencida- por el cuerpo (y asimilada como simple nutrición) es capaz de
-vencerle-, provocando –en dosis regularmente pequeñas si se comparan con los
otros alimentos- grandes cambios orgánicos, anímicos o de ambos tipos. Ibid. P
9.
Una
droga es entonces lo que viene de la naturaleza, es introducida por diversas
vías de administración y crea unos cambios particulares a nivel mental u
orgánico que hacen interactuar al ser humano de otra forma consigo mismo y con
su entorno.
Es
así tal como se viene argumentando, que en el origen están presentes las
drogas, pues:
La
vida, como hecho biológico, es un proceso químico. Son las redes de vías
químicas existentes (saber innato) las que posibilitan la aparición de una
nueva enzima, de una nueva vía (saber adquirido). Marulanda, T (1999) P.116
El autor
argumenta en ese texto que el saber innato viene determinado por la evolución,
es lo que se ha recibido por medio de intercambio químico de un organismo a
otro, y el saber adquirido es aquel que por medio de la interacción del
organismo con su ambiente, organiza una nueva vía la supervivencia.
Como
bien lo afirmará Marcel Florkin[3], bioquímico belga, -la
evolución de la vida, o de los organismos, es la evolución de las redes de vías
químicas- para él, la red de vías químicas de una célula retiene, como parte de
la red, las vías arcaicas que millones de años atrás, durante el proceso
evolutivo, fueron facilitando otras nuevas vías, ligeras variaciones que se
introducían en el sistema existente. Ibid.
Es
un hecho real que el ambiente cambia la composición de los organismos, de los
seres vivos, y que este intercambio químico hace parte de una organización
natural bien definida.
La
hipótesis de Marulanda que antecede lo nombrado anteriormente es la que sigue:
Tras
un largo y tedioso proceso de hominización, que duró cerca de 4 millones y
medio de años, por ensayo y error, y como producto de esa tendencia a explorar
que caracteriza a todos los sistemas vivos, hace aproximadamente 1.500.000
años, topóse el homo habilis con unas
plantas que contenían sustancias psicoactivas que producían gran placer. Por el
placer que le produjeron, el Homo y
su grupo continuaron consumiendo estas plantas que, por sus efectos, no sólo
les dieron ventajas adaptativas que favorecieron la supervivencia de sus
decendientes, sino que estimularon el rápido crecimiento del cerebro que
permitió luego, la sorprendente aceleración que caracterizó la evolución del
hombre, en los últimos 60.000 años, así como la evolución de la cultura. Ibid.
P.112.
La
anterior es una hipótesis que como intento de explicación de la evolución de la
raza humana, es fundamental, pues existe hasta ahora de parte de la ciencia el
vacío en el desarrollo del paso de los chimpancés al neandertal y a todos los
seres que por la evolución, dan cuenta del homo sapiens. Se habla del eslabón
perdido, y la anterior hipótesis da luz al problema, pues la explicación de
cambios de la naturaleza y los organismos es totalmente consecuente.
Las
primeras drogas aparecieron en plantas o en partes de plantas, como resultado
de una coevolución entre en reino botánico y el animal. Ciertos pastos, por
ejemplo, empezaron a absorber silicio, obligando a que los herbivoros de esas
zonas multiplicaran el marfil de sus molares, o quedaran desdentados a los
pocos años de pastar. De modo análogo, algunas plantas desarrollaron defensas
químicas ante la voracidad animal, inventando drogas mortales para especies sin
papilas gustativas o un fino olfato. No es improbable que algunos seres humanos
mutasen al probar las psicoactivas. Escohotado, A (2009) P.9.
Todo
ello para la supervivencia de las especies y la evolución de las mismas,
Marulanda argumenta algo parecido a lo que dice Antonio Escohotado, hablando
del hombre se plantean los siguientes interrogantes:
En
qué momento de la evolución del conocimiento, podemos decir que aparece el
hombre, qué establece la diferencia entre este y las demás especies, qué cambios bioquímicos posibilitaron el establecimiento evolutivo de esa diferencia, cuál fue el factor que determinó esa mayor adaptación y por lo tanto la supervivencia de los descendientes de una especie Homo, frente a otras que desaparecieron. Marulanda (1999) P.117
Todos estos interrogantes aparecen cuando a las teorías existentes se les hace una nueva propuesta, porque es consecuente que los seres tienen su desarrollo y crecimiento, tanto, como evolución, en la manera como han interactuado con el medio, pero aún más importante es el proceso de alimentación y nutrición entre unos y los otros.
Para algunos la aparición de las angiospermas ha sido el acontecimiento más importante en la historia de nuestro planeta, puesto que hizo posible la evolución y la diversificación de las formas más avanzadas de vida animal y la aparición del hombre. Para nadie es una revelación la estrecha dependencia que tenemos a este tipo de plantas como quiera que de ellas obtenemos la mayor parte de los productos industriales y alimenticios de origen vegetal, así como gran cantidad de medicamentos. Y bien conocido es desde muchas áreas del saber, el papel protagónico que estas plantas han desempeñado en la evolución de las sociedades humanas. Ibid. P.119.
Las angiospermas son todo tipo de plantas que florecen y árboles que dan frutos, ellos han permitido que todos los cambios en la tierra y en los seres que la habitan, sean posibles, hasta la actualidad y es por eso que:
Aparecidas las angiospermas y transcurridos muchos millones de años, nuestros remotos antepasados vertebrados debieron aprender a distinguir, por ensayo y error, las plantas que les podían servir de alimento de aquellas que podían causarles daño. Esta interacción entre las angiospermas y nuestros antepasados habría de producir como veremos, extraordinarias consecuencias. Ibid. P.119.
A manera de conclusión se dice que el mundo natural es tan imponente, influenciable y fundante que es un acto soberbio no reconocer que hizo parte de lo que somos, fuimos y seremos. De allí todo lo que vino por influencia de las plantas y de las drogas fue un rápido y sorprendente desarrollo del encéfalo en el ser humano (homo sapiens sapiens). Es entonces que se hace necesario reconocer que somos naturaleza, producto de las drogas que hay en ella y que serviría mejor la actitud de reconocer esto antes de satanizar y prohibir lo que pudo en algún momento prohibirnos la grandeza de vivir.
REFERENCIAS
- Escohotado, A (2009) HISTORIA ELEMENTAL DE LAS DROGAS. Ed: Anagrama, Barcelona, España.
- Marulanda, T (1999) EL REINO PROHIBIDO. Texto: Cultura Y Droga. Manizales, Caldas, Colombia.
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