Es algo paradógico que nosotros perdamos facultades que poseemos cuando niños, las fuerzas de colocarle un poco de pasión a nuestras vidas, y de esto precisamente me doy cuenta cuando al encontrarme con "Camila" una niña de 5 años mientras estaba realizando una actividad física me pregunta muchas cosas, que hasta cierto punto lograron molestarme, ya que no es tan fácil enfrentar lo real con pasión, y de hecho no hay pasión, en lo real no hay pasión más que dolor... entonces al cuestionarme por la génesis de mi incomodidad ante tal hecho hago conscientes algunos representantes bajo el autoanálisis.
Primero la pulsión epistemológica como toda pulsión impacta al objeto tal y como lo dice Francoise Dolto en su libro "La Imagen Inconsciente del Cuerpo", es como si aquella niña me abordará con su psiquis estando yo en una interacción de inconscientes con ella y me mostrará algunas cosas de las que no me daba cuenta; el querer saber lo que no se sabe o lo que se esconde es el objetivo de esa pulsión que justamente en la etapa que esta Camila viéndolo desde la parte cognitiva desde la etapa preoperacional o desde el psicoanálisis con esta pulsión percibimos, que los niños en todo su desarrollo frente a nosotros los adultos son como el mimo que imita los movimientos y que nos muestra reflejados en un espejo real y de alguna manera nos toca abruptamente el contenido reprimido, o bien lo que no queremos saber... tal y como paso con esa niña, me mostró sin velo alguno la realidad por medio de la mayéutica, y como es de esperarse de cualquier sujeto ante una situación similar reaccioné con un sentimiento arcaico, la ira.
La pulsión tal y como la expuso Freud en toda su teoría nos representa un impulso psíquico incontratable y satisfactorio despues de descargado su representante, ya que cualquier púlisón que por medio de su representante logre salir al exterior consecuentemente trae consigo satisfacción... eso fue lo que finalmente consiguió aquella sujeto por medio de su pregunta y bien, van a sobrevenir otros factores igualmente protagonistas en el objeto que son en este caso incomodidad e ira tal y como lo nombre arriba.
Para terminar quisiera dejar como aprendizaje reflexivo este hecho diciendo que hace parte del desarrollo intelectual de los niños esta pulsión y más que llevarnos a un tyche (J. Lacan) es deber de nosotros significar el momento y hacerlo agradable y provechoso... fue esta una vivencia que tuve y la plasmé aquí.
Carlos E. Correa L. "KikE"