Contacto:

Consulta Clínica particular
Calle 17 Entre Carreras 14 y 13 Edificio de la Calle Real - Armenia, Quindío, Colombia
Celular: 3122921369
E-mail: Psiquik@gmail.com
Facebook: https://www.facebook.com/Psicoterapiaarmenia/
Skype: carlos.enrique.correa.lagos1
Linkedin: http://www.linkedin.com/profile/view?id=217738370&trk=nav_responsive_tab_profile
Twitter: @carlospsiquik



jueves, 18 de octubre de 2012

78 - EL GATO: UN REBELDE QUE AMA LA COMODIDAD*

 
Este escrito se realiza para hablar de los elementos y los sucesos del mundo que nos envuelve, tal vez por decir algo, admirar otra cosa o dar protagonismo a algo misterioso.
 
"De todos los animales que conviven con el hombre, el gato es el más independiente. Su figura podría estar grabada en la bandera de todos los rebeldes del mundo. Aparentemente domesticado, continúa en estado salvaje, y si no regresa a la selva es porque para este felino sus dominios son las ciudades y pueblos en donde vive sin necesidad de cambiar costumbres e instintos, que continúan siendo los mismos de sus congéneres de las selvas africanas o americanas.
 
Seres míticos
 
¿De dónde vienen los gatos que hoy pueblan la tierra? Nadie lo sabe ciertamente. La teoría más acertada es que descienden de una especie africana llamada Felis cafra, o gato montés rubio, domesticada hace 5.000 años por los primitivos egipcios, para quienes este inquieto animal, símbolo de Bast, diosa de la Luna, tenía la categoría de un ser divino, al que se rendía culto en los templos de Menfis y Tebas. Se aplicaba la pena de muerte a quien mataba un gato; y al morir eran embalsamados como seres humanos. Cuando ocurría una catástrofe (incendio, inundación, etc), lo primero que se ponía a salvo era el gato de la casa, y si este moría, su propietario se rapaba la cabeza en señal de duelo.
De Egipto los gatos pasaron a la Roma Imperial, hace más de 2.000 años, en donde también eran considerados como encarnaciones divinas. Otros pueblos de la antiguedad les rindieron culto, conviertiéndolos en uno de los más difundidos símbolos del paganismo. A principios del siglo XVI aparecen en Inglaterra con el nombre de pussy, palabra que se deriva de la egipcia pasht (gato).
Aunque el meloso felino, tendido sobre mulllida alfombra, al calor del fuego de la chimenea, sea uno de los símbolos o imágenes de la plácida vida doméstica, la verdad es que este modelo de existencia no lo convierte en un ser afectuoso. Es ladrón y sibarita, raras veces verdaderamente cariñoso -eso está en cuestión-. El hombre desempeña un papel secundario en su vida, y la mejor prueba de ello es que se siente más vinculado a la casa que a sus supuestos amos.
Por naturaleza el gato es un animal codicioso, noctámbulo y hecho para la vida solitaria. No posee la aptitud necesaria para adaptarse a la vida corriente, como sucede con los perros, de naturaleza gregaria, descendientes de animales que cazaban en manada, y que si tienen capacidad para tomar parte activa en la vida del hombre.
 
Cualidades maravillosas
 
Uno de los mejores dones naturales del gato, aunque se ha exagerado un poco, es su sentido de orientación. Las historias sobre su habilidad en este aspecto son innumerables.
La doctora Georgina Stickland Gates, norteamericana, quien estudió durante varios años los gatos en la Universidad de Columbia y viajó también con ese propósito a Sudamérica (Colombia), ha descubierto que estos felinos poseen un "sentido de orientación tan agudo que a veces funciona con la precisión y exactitud de una brújula".
Demostró, igualmente, que los gatos no ven ni oyen lo mismo que el hombre. Viven en un mundo sin colores ni tonalidades. Los experimentos probaron que, aunque los gatos responden a distintos grados de claridad, son en realidad ciegos para los colores. Y contrariamente a la creencia popular, no pueden ver en la oscuridad absoluta mejor que los seres humanos. Ven mejor en la semioscuridad porque sus supersensibles bigotes les permiten tocar su camino entre los obstáculos.
Los gatos no aprecian mucho la música, ya que no pueden distinguir las notas, como ocurre con otros animales. Tampoco reconocen las diferencias de expresión facial. Para ellos, una sonrisa o el ceño adusto son la misma cosa. Y la mayoría de los objetos se reflejan en sus retinas como simples siluetas borrosas.
 
Gatos contra perros
 
Son, sin embargo -y esto ha sido demostrado científicamente-, más inteligentes que los perros. Estudios realizados por el doctor Charles N. Winslow, del Brooklyn College de Nueva York, indicaron que los gatos difieren en coeficiente de inteligencia tanto como los seres humanos. Algunos son increíblemente brillantes, pero otros carecen hasta tal punto de "materia gris", que son auténticos cretinos en cuatro patas.
Los gatos son también susceptibles a los ataques de nervios. Pruebas de laboratorio demostraron que, cuando los sufren, son producidos por los mismos factores que los causan en los hombres. Especialmente por asuntos sentimentales.
 
Sismógrafos vivientes
 
Los gatos no sólo poseen una extraordinaria resistencia física -su capacidad de sobrevivir en condiciones avdersas es casi increible- sino que tienen otras excepcionales cualidades. Observándolos en regiones donde los terremotos son relativamente frecuentes, se ha podido demostrar que este felino los detecta primero que cualquier otro ser vivo; es un verdadero "sismógrafo animal".
Poco antes de que el temblor o terremoto comience, los gatos hechan hacia atrás sus orejas y ponen los pelos de punta. Su ansiedad se manifiesta por el temblor de su cuerpo y el brillo de sus ojos. Con frecuencia maullan en tono lastimero.
El gato es un animal enigmático y muy cariñoso con los seres de su misma especie. Ama la libertad, y ha sido blanco del odio de todos los tiranos. Alejandro Magno, César, Calígula, Napoleón y Hitler los aborrecían. Y es que un individuo dominante es incapaz, sencillamente, de soportar la compañía de alguien a quien no puede mandar. ¡Y nadie puede mandar a un gato! (la negrita es mía)."
 
Porque la naturaleza merece nuestro más profundo respeto y allí está, ¿quién dice que no es una creación perfecta?.
 
*Extraido del libro EL FANTÁSTICO MUNDO DE LOS ANIMALES - Biblioteca Colombiana de Cultura Colección popular.

Carlos Enrique Correa Lagos - Psicólogo

martes, 9 de octubre de 2012

77 - El carácter psiquico del dinero (*La era del dinero)


Éste es el texto de cierre teórico que se ha basado como los otros del tema el carácter psíquico del dinero en el libro de Jack Weatherford llamado LA HISTORIA DEL DINERO, se recomienda al que quiera ampliar el tema que vaya a ésta fuente para ver el recorrido, y también lo que significa el cambio del dinero en la era virtual no ampliado en este espacio.

"Es algo decididamente nuevo, revolucionario...,
y tendríamos que estar todos muertos de miedo.
SHOLOM ROSEN, banquero"
 
 
"El dinero partió siendo una sencilla mercancía de cobre, de plata, de conchitas y oro; hoy en día incluye monedas y billetes, cheques y cuentas bancarias, las cifras de contabilidad e impresas en tarjetas de plástico, los destellos electrónicos en pantallas de computador y los dígitos almacenados en microprocesadores de silicio. Los diarios financieros monitorean con regularidad la oferta del dinero ya existente, valiéndose de múltiples definiciones de lo que puede ser el dinero y de cuándo debería incluir ítems como las emisiones de deuda pública, las cuentas bancarias y otros instrumentos financieros. Los expertos monetarios parecen algo confundidos sobre cómo definir hoy el dinero, mucho más cerca de cómo calcular su monto total.
Desde la invención del dinero hace unos tres mil años, la gente se lo ha disputado y ha librado batallas para conseguir tanto dinero como le sea posible, cualquiera fuera su forma: lingotes de oro, barras de plata, monedas de cobre, billetes o conchitas de caurí. El dinero nunca fue una herramienta inmóvil, pasiva, y nunca permaneció por mucho tiempo en el mismo lugar o en las mismas manos. Durante siglos, la mitología y la literatura occidentales han escrito la crónica de los goces y pesares de la gente en el proceso de obtener o perder grandes sumas de dinero, pero detrás de tales historias subyace otra historia incluso más importante: la de la lucha incesante entre los grandes países, las instituciones y las personalidades más poderosas por controlar la producción y distribución del dinero en sí mismo... y de determinar incluso la definición de lo que lo sustituye. En el curso de la historia, diversas facciones e instituciones han controlado la producción y regulación del dinero -el Estado y sus varias subdivisiones, la Iglesia o ciertas órdenes religiosas, las ligas de comerciantes y los gremios, las grandes familias de banqueros y los industriales privados, los bancos centrales de todo el mundo y los corredores de divisas- y cada cual ha ejercido un papel particular en cada momento histórico. Los seres humanos han batallado por el dinero no sólo porque nos provee de riqueza y lujos sino, lo que es más importante, porque confiere poder a sus amos. Es la llave mágica que mueve ejércitos enteros y montañas, que edifica castillos y cuidades, que controla la tierra, el agua y la atmósfera; que construye canales y despacha flotas de guerra, y es lo que permite detentar y perder un poder de la más variada índole sobre otros seres humanos. (lo subrayado y cursivo es mío)
El moderno sistema mercantil mundial se inició con los viajes de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo y los de Vasco de Gama a India. Por primera vez en la historia, los barcos surcaron los mares y arribaron a puertos situados en otros continentes, en una red mercantil de carácter global. Los viajes de Colón y Da Gama inauguraron la gran era mercantil del comercio internacional. La vía al poder y la riqueza en la era mercantil descansaba pues en la navegación y el comercio.
Transcurridos dos siglos de comercio global, las rutas se consolidaron y muchos competidores entraron a disputar el envío de especias y seda desde Asia a Europa, esclavos de África a América y plata y Azúcar de América a Europa. El control del comercio pasó de Portugal y España a Inglaterra, Holanda y otras naciones europeas. Poco a poco, en la segunda mitad del siglo dieciocho, surgió una nueva ruta hacia la riqueza, el desarrollo de la producción industrializada en Inglaterra. El centro de la actividad humana y la mayor fuente de ganancias se desplazó desde el comercio a la producción, un foco que perduró casi hasta finales del siglo veinte.
La riqueza pasó de los mercaderes a los industriales que fabricaban una serie de bienes, partiendo de los textiles y derivando rápidamente al acero y otros metales. En los términos de Karl Marx, el gran crítico del capitalismo industrial, el poder y la riqueza estaban en manos de quienes detentaban los "medios de producción": los propietarios de la fábrica. Durante el siglo veinte, la producción se centró en los bienes de consumo, desde los coches a principios de la centuria a los computadores al concluir la misma, y el aprovisionamiento continuo de armamento para las frecuentes guerras que dominaron todo el siglo.
Así como portugueses y españoles no pudieron mantener sus respectivos monopolios sobre el comercio global en los siglos que siguieron a Colón y Da Gama, los países industrializados no pudieron mantener su monopolio sobre la producción, que se difundió rápidamente en América del Norte y Japón y muy pronto al resto del mundo. La fabricación de bienes pasó de ser una novedad económica a algo dado. Antes de lo esperado, Brasil e India consiguieron sobrepasar en producción a sus antiguos amos coloniales. Los computadores y textiles podían fabricarse a precios más bajos en Malasia y en México que en Alemania o en Estados Unidos.
En las décadas finales del siglo veinte, quedó claro que la producción ya no lideraba la economía  en la forma que lo había hecho en el siglo precedente. Los dueños de los medios de producción sólo rara vez eran individuos o familias, y por cierto que ya no conformaban una clase social específica. Las empresas pertenecían a millones de accionistas: desde los jubilados, que viven de un ingreso fijo y limitado, a los billonarios con acciones en un centenar de corporaciones.
En el sistema emergente, el poder fluye bajo el control de una nueva casta de financistas que posee o solamente controla grandes sumas de dinero a través de las firmas de corredores, los bancos, los planes provisionales, las compañías de seguros o las administradoras de fondos mutuos. Ya no mueven especias, seda o esclavos alrededor del mundo en mayor grado que lo que controlan la producción de misiles videograbadores o cafeteras. Controlan el flujo de dinero o, más exactamente, la forma del dinero. Después de que el dinero ha cambiado del metal y el papel al plástico y los chips, estos financistas controlan su conversión de una divisa a otra, su transformación de acciones en bonos municipales, de certificados de depósito en opciones de compra, de hipotecas en fondos mutuos, o su derivación del mercado de futuros a "bonos basura".
Al crecer la importancia del dinero, comienza una nueva batalla por su control en el siglo que se anuncia. Seguramente veremos una prolongada era de gran competitividad en la que muchos tipos de de dinero aparecerán, proliferarán y deaparecerán en oleadas muy rápidas. En ese afán por controlar el nuevo dinero, muchos contrincantes luchan desde ya por transformarse en la institución monetaria fundamental de la nueva era.
La historia ha demostrado repetidas veces que ni el gobierno ni el mercado por sí solos son capaces de regular el dinero. Del viejo Neron a Nixon, los burócratas y los financistas han explotado su poder de regular el dinero en beneficio propio y a corto plazo. Los emperadores romanos redujeron el contenido de plata en las monedas para pagar el costo de un ejército y una burocracia crecientes; y los banqueros y financistas franceses emitieron papel moneda y acciones carentes de valor para un público desprevenido. (el subrayado es mío). Desde el denario romano del reinado de Nerón al assignat galo de la época del duque de Arkansas, los políticos y financistas han creado originales sistemas monetarios que en un principio lograron mejorar la situación económica, pero con el tiempo, cuando la intoxicación hubo pasado, cuando llegaron las cuentas impagas y hubo que volver a la realidad, el sistema basado en un dinero sin respaldo acabó derrumbándose.
El dinero, como el calendario y el sistema de medidas, es un constructo cultural, con ciertas facetas arbitrarias, pero que para funcionar apropiadamente requiere de estabilidad y de cierto grado de predictibilidad. Una sociedad puede basar su calendario en el sol, en la luna o incluso en una combinación de ambos, pero ha de tener un asidero en el mundo real. Lo importante es que el calendario funcione como parte de un sistema estable y que toda la gente lo comprenda. De modo similar, en la medida que el dinero sea estable, puede basarse en conchitas o cuentas de vidrio, en el oro y la plata, o en el plástico y los electrones, pero debe ser necesariamente práctico y predecible.
En los últimos siglos los gobernantes han proporcionado esa estabilidad por la vía de regular su moneda o controlar a los bancos para que lo regularan. Las monedas nacionales están hoy perdiendo la importancia que tenían y nos hallamos ante un sistema enteramente nuevo. Estamos entrando en un período de transición en el que competirán múltiples sistemas generadores de dinero, sin que ninguno de ellos domine sobre el resto.
En ciertos aspectos, el nuevo sistema lucirá como el sistema primitivo, en el que muchos tipos distintos de dinero y de mercancías operaban a la vez. Ahora tenemos sistemas monetarios paralelos y superpuestos.
Puede que las monedas nacionales, como el dólar y el yen, continúen existiendo, pero la tecnología electrónica está produciendo dinero en tantas formas diversas que, por lo menos por un tiempo, el Estado no será capaz de contrlarlo. Y, una vez libre del control estatal, el dinero desempeñará un papel incluso más importante en nuestras vidas que el que ha cumplido hasta aquí y en el pasado.
Desde que irrumplió en la historia de la humanidad, el dinero creó nuevas instituciones y formas de vida, al tiempo que fue corroyendo y constituyendo los viejos esquemas. Cada salto tecnológico y cada vuelco social en la forma que adoptó ampliaron todavía más su función en nuestras vidas. Con el correr de los siglos, el dinero se ha convertido en la variable definitoria no sólo de las relaciones comerciales sino cada vez más de toda clase de relaciones, desde las religiosas y políticas a las sexuales y familiares. (el subrayado es mío).
En la economía global aún en fase de emerger, el poder del dinero y las instituciones surgidas a su alrededor sustituirá al de cualquier nación o cualquier combinación o de cualquier combinación de naciones u organización internacional de las que hoy existen. impulsada y protegida porel poder de la tecnología electrónica, acaba de surgir en el horizonte una nueva elite global, una elite sin lealtades hacia ningún país. Pero la historia ha demostrado muchas veces que la gente que hace las revoluciones en el ámbito del dinero no es siempre la que se beneficia de ellas. La actual revolución electrónica en lo que hace al dinero promete incrementar incluso más el papel del dinero en nuestras vidas públicas y privadas, sobrepasando al paretesco, la religión, los oficios y la cuidadanía como elementos definitorios de la vida social. Nos hallamos en los albores de la era del dinero.
 
El homo economicus no está a nuestras espaldas, sino ante nosotros.
MARCEL MAUSS"
 
 
*Weathweford, J. (1997) La historia del dinero. de la piedra arenisca al ciberespacio. Editorial: Andrés Bello, Barcelona, España.

Carlos Enrique Correa Lagos - psicólogo