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miércoles, 10 de enero de 2018

127 - SOBRE EL CARTEL LACANIANO E INTRODUCCIÓN


Este texto fue escrito para unos comienzos de cartel en Armenia, Quindío, Colombia.

18 de Octubre del 2016

SOBRE EL CARTEL LACANIANO E INTRODUCCIÓN

Es importante para el campo que se formen carteles como dispositivos  que sobrevivan a la ruptura de la Escuela Freudiana de Paris (EFP), y que exista una transferencia de trabajo que haga surgir y mantenga el deseo por medio de la producción de un tema que se sienta.
Lacan hace una crítica a la EFP, se pregunta por su lugar y la diluye, la disuelve, Lacan fundó la escuela para un trabajo y se marcha por algo institucional, la pregunta que me surge es  ¿SI SE VA EL PADRE, QUÉ QUEDA?.

Lacan diluyó su EFP para formar como campo y por medio del dispositivo del pase la escuela de la causa freudiana, renunció a su lugar del todo para tomar el lugar del Otro que falta, que no se completa, para dar un orden simbólico, a eso que se estaba convirtiendo en una religión dueña de una verdad suprema, él al final de su vida corta su divinidad y vuelve a ser mortal, como siempre lo ha sido.

Me insiste la pregunta ¿qué pasa cuando el padre no está, hay un niño abandonado o un hombre responsable?

El psicoanálisis no es religión, no hay verdades universales, sino particulares, del 1 x 1, tiene su discurso, pero lo que pone limite es el significante, el no todo, lo simbólico, el discurso del psicoanálisis no es totalitario como el de la religión o del capitalismo, deja espacio para que exista el a minúscula que es el objeto causa de deseo, el resto que queda cuando se introduce la dinámica del lenguaje y del deseo.

Finalmente entonces Lacan restituye el filo de la verdad freudiana, pérè severe, padre 
severo, ¿qué falló? Lacan se fue para ser Otro por fin.

Carlos Enrique Correa Lagos - Psicólogo Clínico, Psicoanalista y Magister en Culturas y Drogas.

126 - EL DESEO Y SU INTERPRETACIÓN – LA EVOLUCIÓN DEL DESEO


Este texto fue escrito para unos comienzos de cartel en Armenia, Quindío, Colombia.

16 de Diciembre del 2016


EL DESEO Y SU INTERPRETACIÓN – LA EVOLUCIÓN DEL DESEO


El psicoanálisis es un estructura teórica muy fina que lo que ha pretendido es entender la vida psíquica del sujeto, su mundo subjetivo y la relación que éste tiene con el lenguaje. És “Un tratamiento [que] actúa en diversos niveles del psiquismo y ante todo sobre lo que  denominaremos los fenómenos marginales o residuales, el sueño, el lapsus, la ocurrencia chistosa, que fueron los primeros objetos científicos de la experiencia psicoanalítica” (Lacan, 1958, p. 11)

Con esto se dice que tiene como objeto el tratamiento del inconsciente, de lo sorpresivo y de lo que escapa a la voluntad y el control del sujeto. Al interior del inconsciente hay una serie de elementos como son la transferencia, el deseo y en lo que confluyen los dos, el amor.

Pero qué es el deseo, qué es la transferencia y qué es el amor, las respuestas a estas preguntas no hayan una respuesta que sea fácil de procesar, es inclusive desde allí donde se muestran los conflictos del ser humano como sujeto fundado por un deseo, arrancado de la carne y hecho lengua. La angustia tiene su punto de partida en un problema del sujeto con su deseo, bien sea porque es inconfesable, inhibido, reprimido o tan presente que no permite que el sujeto se sienta cómodo con la vida.

Es decir que si el deseo parece llevar consigo cierto quantum de amor, muy a menudo se trata de un amor que se presenta en la personalidad como algo conflictivo, un amor que no se confiesa, un amor que incluso se niega a confesarse (Lacan, 1958, p. 12)

Parece entonces que el deseo y el amor fueran complementarios, sin embargo en este momento es apropiada la pregunta, ¿qué es el amor?

Freud contesta esta pregunta hablando de las dos corrientes que atraviesan a los mortales en el amor  es a partir de las afecciones neuróticas que las descubre y son la “Ternura y la Sensual” (1912)

Con estas corrientes nombradas Freud comprende qué es lo que sucede en los sujetos en cuanto a su relación con el otro, bien sea como pareja o como la inhibición que se tiene para conseguirla, y allí encuentra una argumentación para corroborar la existencia del complejo de Edipo que funda su teoría, ese cumulo de sentimiento inconscientes que viven al interior de la familia con los padres y luego con las personas con las que existe una cotidianidad.

No pretendiendo abarcar estos conceptos complejos y embrollados, se debe tener en cuenta que el psicoanálisis como terapéutica trabaja con lo que no funciona a ese nivel, es decir trata las fallas del sujeto con él mismo en relación a otro histórico o presente.
Dejando nombrado el nacimiento del deseo por parte del amor es importante saber cómo se gesta ese deseo en el sujeto y cómo evoluciona.

Carlos Enrique Correa Lagos - Psicólogo Clínico, Psicoanalista y Magister en Culturas y Drogas.


125 - TEXTOS: OTRO FALTA – CARTA AL DIARIO LE MONDE – EL SEÑOR A

Este texto fue escrito para unos comienzos de cartel en Armenia, Quindío.

11 de Noviembre del 2016

TEXTOS: OTRO FALTA – CARTA AL DIARIO LE MONDE – EL SEÑOR A

En estos tres pequeños textos fechados en 1980 se percibe a un Lacan desilusionado y retirado del orden que estableció en la EFP. En otro falta, comienza diciendo “Yo estoy en el trabajo del inconsciente” (1980, p. 12), lo que evidencia su postura frente al trabajo de la Escuela Freudiana de París, estar en el trabajo del inconsciente es poner en acto el pensamiento, pues las manifestaciones del inconsciente no están mediadas por nada previo, el sueño, el lapsus, el chiste y el acto fallido son manifestaciones que fluyen, son actos (valga la redundancia). Fue así entonces como Lacan no cesó de hacerle caso a su inconsciente.

     Como en los textos precedentes de este documento Lacan no deja de insistir en el tema de la verdad asociada al inconsciente diciendo: “Lo que este me demuestra, es que no hay verdad que responda del malestar sino particular a cada uno de los que llamo hablanteseres” (1980, p. 12). Me surge una reflexión con lo anterior y es que no hay dos sufrimientos iguales aunque estos hablen de la misma cosa, ni dos histerias, ni obsesiones, ni fobias o paranoias, pues cada una se entrama en una historia particular y por esa vía es que surge la verdad.

     La verdad Freudiana fue la lucha que estableció Lacan con todos, defender los supuestos freudianos fue su causa. En una entrevista titulada "La dificultad de vivir" Lacan habla en 1974 sobre “la crisis del psicoanálisis”  planteada por su interlocutor, y contesta:

     Son historias. En primer lugar: la crisis, no existe. No está, el psicoanálisis, al contrario, no ha alcanzado del todo sus límites. Hay aún muchas cosas para descubrir tanto en la práctica como en la doctrina. En el psicoanálisis no hay solución inmediata, sino solamente la larga y paciente investigación acerca de los porqués. En segundo lugar: Freud. ¿Cómo se lo puede juzgar como superado si no lo hemos comprendido enteramente? Lo que sabemos es que ha dado a conocer cosas totalmente novedosas que no se habían imaginado antes de él, problemas... del inconsciente hasta la importancia de la sexualidad, del acceso a lo simbólico al sujetamiento a las leyes del lenguaje. Su doctrina ha puesto a la verdad en cuestión, un asunto que concierne a cada uno personalmente[1].
     
Restituir y reconquistar el campo freudiano fue la lucha por la que vivió Lacan, y además no solamente logro esto, sino que trascendió la praxis y la teoría, dándole espacio al tratamiento de las psicosis y trascendiéndola con la introducción de la lingüística al decir que el inconsciente está estructurado como un lenguaje, pues lo notó desde la interpretación de los sueños, ya Freud lo intuía. Y así Lacan fue dueño de su propio discurso.

     Lacan no se retiró del psicoanálisis, no abandonó su deseo, más bien lo reencausó, lo reafirmó y dio cuenta de que frente a él existía un “delirio” del que debía retirarse, una demanda muda y un endiosamiento.

     Finalmente entonces nada se ha acabado, al psicoanálisis no lo han sepultado, pues es un discurso subversivo que critica el orden establecido, sea cual sea.







Carlos Enrique Correa Lagos - Psicólogo clínico, psicoanalista y Magister en Culturas y Drogas.

martes, 2 de enero de 2018

124 - Escrito para cartel Armenia - PREÁMBULO AL ACTA DE FUNDACIÓN Y CARTA DE DISOLUCIÓN


4 de Noviembre del 2016

PREÁMBULO AL ACTA DE FUNDACIÓN Y CARTA DE DISOLUCIÓN

La relación con la enseñanza del psicoanálisis y su verdadera autenticidad nunca ha sido un asunto fácil de reconocer, desde sus orígenes con los que Freud tuvo tantos inconvenientes para establecer su verdad, hasta la trama de vivencias que le tocó enfrentar a Lacan con su EFP.

Además de contar con los obstáculos que se atraviesan a la transmisión del psicoanálisis y la formación de analistas siempre se han presentado paralelamente una serie de tropiezos con las áreas que conforman lo PSI (psiquiatría y psicología) esta última con un acento muy pronunciado por los ingleses (Winnicot, Klein, Green, entre otros) que llevaron su mirada sobre el Yo y la “practicidad” de tratarlo, asociada al capitalismo.

Aún así se echa mano en Francia y en otras partes de una práctica mitigada por el torrente de una psicoterapia asociada a las necesidades de la higiene social, -es un hecho que ningún practicante deja de mostrar su molestia o su aversión, incluso irrisión u horror, a medida que se ofrecen ocasiones de sumergirse en el lugar abierto donde la práctica aquí denunciada asume forma imperialista: conformismo de la mira, barbarismo de la doctrina, regresión acabada a un psicologismo puro y simple, -todo ello mal compensado por la promoción de un clero fácil de caricaturizar, pero que en su compunción (arrepentimiento) es cabalmente el resto que da fe de la formación por la cual el psicoanálisis se disuelve en lo que propaga. (Lacan, p. 7)

Esta crítica de Lacan está dirigida a los psicoanalistas ingleses y a los estadunidenses donde se tiene un mercado de lo rápido no tanto con el inconsciente, sino con el yo para ahorrar camino y hacer al psicoanálisis práctico, todo ello no se dirige sino al “afán de curar” realizando higiene social, pues es una demanda surgida desde lo social, el otro media aquí con toda la fuerza para exigir que se tengan resultados.

Es aquí donde todos estos intentos caen en la simpleza y con ese mismo acto desaparece el psicoanálisis y el inconsciente, de aquí que Lacan en su preámbulo lo exprese diciendo que “en nuestra época el psicoanálisis está en todos lados, más los psicoanalistas en otra parte” (Lacan, p. 7)

Se nota como Lacan no sólo realiza críticas y estructura el orden a lo que él estableció como EFP, sino que habla de lo que pasa al exterior de la escuela con el psicoanálisis, que además no ha dejado de suceder desde que Freud lo creó, expresado en su división, tergiversación y fragmentación.

Por lo anterior Lacan dice: “Al atenernos al malestar del psicoanálisis, la Escuela entiende dar su campo no solamente a un trabajo de crítica: sino a la apertura del fundamento de la experiencia, al enjuiciamiento del estilo de vida en que desemboca”. (Lacan, p. 8)

Se vuelve a resaltar entonces la crítica y el fundamento de la experiencia como motivo por lo cual Lacan creó la EFP, para hacer testigo al otro analista de la experiencia íntima con el inconsciente que se realiza en un psicoanálisis que:

“[…] se distinguió primero […} por dar acceso a la noción de curación en su terreno, a saber: devolver sus sentidos a los síntomas, dar lugar al deseo que ellos enmascaran, rectificar de manera ejemplar la aprehensión de una relación privilegiada” (Lacan, p. 8) Esto es lo que realiza un psicoanálisis, que dista profundamente del intento de mercantilizar al yo o al inconsciente, demandarlo desde el exterior y dictarle la manera de operar.
Para evitar que eso se presentara Lacan funda su EFP como un intento de dar orden al discurso Freudiano donde siempre retorna.

CARTA DE DISOLUCIÓN

Acá se nota un Lacan que se retira de su creación porque la misma se volvió insostenible, la compara con la religión y dice “Sabemos lo que costó que Freud permitiera que el grupo psicoanalítico pudiese más que el discurso y deviniese iglesia” resaltando con ello la adhesión a una verdad general, la verdad que surge del psicoanálisis. Pero al interior del discurso psicoanalítico no habita ninguna verdad que pueda dar cuenta de todo, como en la religión ya que “la estabilidad de la religión se debe a que el sentido es siempre religioso” (Lacan, p. 10)

Se hace evidente que Lacan no fue el Dios que sostuviera una verdad suprema para amparar y mantener intacta su esperanza de ser psicoanalistas dentro de un imperio, lo que da cuenta con su disolución es una desilusión de ver en lo que se convirtió su creación.