Este texto fue escrito como motivación para ingresar a la Maestría sobre Cultura y Drogas en la Universidad de Caldas en los próximos meses, aquí se realiza un análisis conceptual sobre la Cultura y la Droga, llegando y extrayendo unos pensamientos importantes al respecto.
ENTRE LAS MANIFESTACIONES DE LA CRIANZA Y
LAS SUSTANCIAS AMBIVALENTES
Por: Carlos Enrique Correa Lagos[1]
Las Culturas
con su diversidad de manifestaciones, personas y costumbres han tenido un trazo
importante en lo que ha significado el ser humano para sí mismo y para el otro
grupal. La convivencia dentro de la misma, ha adoptado diversos matices dependiendo
el lugar, el tiempo y el momento específico por el cual las personas estén
pasando. Sin embargo no siempre hay conciencia del gran tropiezo con el que se
encuentra el que quiera entender lo que significa cultura, y mucho más, (aunque
esté supuesto), lo que quiere decir otro concepto del que se hablará en el
siguiente escrito que es, droga.
Entonces
están manifiestos y comunicados los dos conceptos alrededor de los cuales va
girar el siguiente texto, teniendo como objetivo de igual forma, interrogar al
lector, porque se piensa desde estos temas, que son más importantes las
preguntas, que las respuestas mismas, o lo ya dicho.
Se
comenzará despejando justamente lo que atrás se llamo “tropiezo”, aclarando
desde el referente más cercano que existe, la cuestión, y es el diccionario de
la real academia española, que dice que cultura es:
cultura. (Del lat. cultūra). 1. elem.
compos. Significa 'cultivo, crianza'. cultura.(Del lat. cultūra). 3. f. Conjunto de modos de vida y
costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico,
industrial, en una época, grupo social, etc. 4. f. ant. Culto religioso.~ popular.1. f. Conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida
tradicional de un pueblo.[2]
Es importante tener como foco estas tres
significaciones que arroja la lengua, la de cultivo y crianza, conjunto de
modos de vida y costumbres y el culto religioso, para avanzar. Es un estado de
consecuencia el que se percibe, un paso por la vida, desde el cultivo, la
crianza, las costumbres y por último, no definitivo, la religiosidad, entendida
en este contexto desde lo macro, no delimitada a una sola creencia o rito.
Con lo anterior se despeja el camino, ya que se
tiene definido parcialmente que una cultura
es un conjunto de manifestaciones de un pueblo que implica un proceso, y donde
el que nace como miembro de la misma aprende y adapta lo que le es transmitido.
Pasando al otro concepto que se planteó despejar desde
el principio, “Droga” el diccionario dice que es una:
droga.(Del ár. hisp. *ḥaṭrúka;
literalmente, 'charlatanería').
1. f. Sustancia mineral, vegetal o animal, que se emplea en la medicina, en
la industria o en las bellas artes.
2. f.
Sustancia o preparado medicamentoso de efecto estimulante, deprimente,
narcótico o alucinógeno.[3]
Este
término es confuso porque es ambivalente, tiene doble filo, el de cura y el de
veneno o tóxico, dice la definición, primero, que se emplea en la medicina con
fines benéficos y para tratar enfermedades en la materia, es decir, se emplea
para curar. Y el otro lado es el que introduce la noción de tóxico con sus
características estimulantes, deprimentes, narcóticas y alucinógenas, fuera del
campo científico, ósea en el campo urbano, excluyendo el ritual de los
indígenas, con un fin confuso, individual o en pequeños grupos y autoerógeno, expandiendo la problemática
social en las ciudades.
Cultura y Droga están estrechamente en comunicación para decir algo sobre lo que sucede en el interior y al exterior del ser humano, ya que al final de todo tienen a éste como foco y causa, el orden animal ha creado su organización a otro nivel.
Esta
cuestión no sólo es conceptual, pues de ello tiene gran parte, porque ha sido
pensada, escrita, vivida y experimentada. Pero también preguntada, desconocida
e ignorada, la cultura es un océano de manifestaciones ricas en contenido y en
historia. Y la droga aunque en los últimos tiempos, mitad del siglo XX se
convirtió en un obstáculo “una plaga” para el orden social, ha existido por
millones de años atrás, ha sido empleada para tener contacto con los espíritus
de un mundo intangible, dentro de un ritual definido y respetado y para fines
muy claros. Ahora sin embargo esta cuestión ha cambiado:
La toxicodependencia es una patología social relativamente
nueva. Desde mediados de los años sesenta hasta principios de los años ochenta
el fenómeno alcanza su mayor expansión, imponiéndose con prepotencia incluso a
la atención de la opinión pública. (Cirillo, Berrini, Cambiazo y Mazza, 1999. P. 21)
Sin tener
que ahondar en el tema ya que el trabajo citado lo adelantó de manera
representativa, lo que se dice es que también como la cultura, la droga tiene
una historia rica en manifestaciones y formas de operar. Sin embargo se han
centrado las miradas de la última, en los efectos nocivos que tiene a nivel
urbano, se combate la droga, se castiga a quien la porta, han existido una
cantidad significativa de esfuerzos gubernamentales para actuar en la
“eliminación” de la marihuana, o del opio, o de la coca. Sin ningún resultado
exitoso, porque es querer hacer desaparecer las culebras que dejó Perseo cuando
cortó la cabeza de medusa en el desierto. Ni las culebras se acabaran, y la
sangre no es la causa. Queriendo decir con todo esto que la droga es un
problema visto inversamente, quien tiene el conflicto en lo urbano con ella es
el sujeto que consume, no la droga o tóxico mismo. Y en el otro escenario
nombrado anteriormente, el indígena, no es un conflicto.
Se perciben en este momento varios tentáculos del tema, tanto desde lo cultural como desde la droga, y la droga entendida como veneno o como cura, como tóxico o como pócima ritual.
Con
la toxicomanía –droga- tienen que ver la justicia, la medicina, la política, la
religión, lo social, lo familiar y lo individual, todo tiene relación con ella,
porque todo se ve afectado por ella, no hay en las sociedades algo que cause
más asombro, impotencia, miedo y hasta terror que la adicción, las adicciones o
los adictos que antes eran delincuentes y ahora son enfermos. Correa, C
(2013) Virtual.
El sujeto
que consume tóxicos en lo urbano hace parte de la máquina de la salud mental
con sus perversiones y manejos económicos. Sin embargo a ello no se limita la droga pues aparecería la pregunta por
las sustancias utilizadas por los indígenas con un matiz divino, o por los
científicos para crear soluciones a enfermedades o reproducir patologías.
Así es que
lo anterior, la Cultura y La droga, a cambio de cerrar y definir los problemas,
los abre en su complejidad y hace pensar sus distintas formas. Existe un
interés individual de la salude mental y específicamente de algunos psicólogos
por descubrir y avanzar en la relación que existe entre el soma (cuerpo) y
psique (mente) con el consumo de Heroína de un sujeto particular, sus causas de
colocar en el cuerpo un acto de penetración tan mortífero y regido por el goce
para su vida anímica. Esto en cuanto a los tóxicos y lo urbano.
Frente a la
cultura existen enigmas entre esta relación de la droga y las manifestaciones
dentro de los que la introducen en su cuerpo, indígenas, con un fin definido,
como ya se dijo.
Allí
también hay un sinfín de temas, como por ejemplo, el yagé, que es una sustancia
ritualizada por millones de años, y cargada de un mundo espiritual y
tremendamente complejo. Y ahora si se le preguntara a un indígena qué piensa de
las drogas, si, sí son drogas para él, o por el contrario al consumidor de
bazuco o de heroína, que si sabe por qué consume, o qué lo lleva a hacerse
tanto daño, que si es un ritual, como para los indígenas, entre tantos temas
que pueden emerger de estos dos tesoros de significantes vistos aquí, la Cultura y Droga.
Finalmente
se debe decir que estos temas atraviesan todo la dimensión humana, sufriente o
no, están en estrecha relación, hay teóricos importantes que tuvieron la
experiencia con la droga como el doctor Sigmund Freud (1856-1939) que realizó a
finales del siglo XIX un estudio sobre la Cocaína para la utilización en lo
médico-científico y de allí extrajo unos textos. Pero todo no acabó allí, la
droga dentro del marco de la cultura ha permeado a gran cantidad de personas y
lo importante es estudiar el fenómeno para lograr ubicarse desde un lugar
productivo y menos inmóvil o destructivo.
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REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
- Cirillo, Berrini, Cambiazo
y Mazza (1999) La Familia del
Toxicodependiente.
Editorial
Paidos Barcelona, España. Extraído de tesis de grado sin publicar: Orozco y
Correa 2012) INFLUENCIA DE LOS LAZOS FAMILIARES EN EL
SUJETO TOXICÓMANO DE LA FUNDACIÓN “FAMILIAR EL FARO” UBICADA EN EL MUNICIPIO DE
LA TEBAIDA, QUINDÍO. P.56.
- Correa, L (2013) ¿TOXICOMANÍA
O FARMACODEPENDENCIA?, ¿SUJETO, FAMILIA O SOCIEDAD? "UN ENCUENTRO CON EL VACÍO". Extraído el 17 de mayo de http://psiquik.blogspot.com/2013/09/90-toxicomania-o-farmacodependencia.html
- Correa, L (2013) ¿FUE FREUD UN COCAINÓMANO? "FALLA EN LAS GARRAS DE HADES" COMENTARIOS FRENTE AL DESARROLLO DEL PSICOANÁLISIS. Extraído el 17 de mayo de http://psiquik.blogspot.com/2013/10/92-fue-freud-un-cocainomano-falla-en.html
[1]
Psicólogo
titulado de la Universidad Autónoma de Bucaramanga Extensión Armenia, Quindío,
actualmente trabaja en la Fundación Hernán Mejía Mejía, con los programas: Centro de Atención en Drogadicción (CT) Terapéutica Familiar Escuela de Amor, También trabaja en Clínica Particular.
[2] http://lema.rae.es/drae/?val=cultura
[3] http://lema.rae.es/drae/?val=droga
Carlos Enrique Correa Lagos - Psicólogo