Maria Camila Blandón Jaramillo - Petalobj03blandon@gmai.com
Valeria Agudelo Porras - v aleria2499@live.com
Valeria Agudelo Porras - v
Electiva: Psicología Clínica Psicoanalítica - Grupo
405
Fundación Universitaria del Área Andina Pereira - Colombia.
En este ensayo, se pretende abordar
ampliamente el tema de los sueños, desde una perspectiva psicoanalítica, con el
objetivo de dar respuesta a los diversos interrogantes que se han planteado,
por diferentes autores, y cómo la concepción del sueño se ha ido transformando
a través del tiempo; así como también, establecer una claridad en el objetivo y
sentido sexual de estos, teniendo en cuenta que son una de las tantas manifestaciones
del ello (inconsciente). Además se definieron algunos conceptos que para el
psicoanálisis, adquieren otro significado como lo es la sexualidad y los actos
sexuales, para finalmente abordar el tema central: El erotismo onírico como
acto sexual
Anteriormente,
se creía que la esencia o el origen de los sueños era de naturaleza divina o
sobrenatural, por lo tanto, estaban dotados de contenido revelatorio y tenían
un significado relevante para la persona que lo soñaba, tal vez, porque podría
a través de éste anticiparse a lo que le depararía el futuro. Ésta concepción
de los sueños era tan diversa como lo es ahora, había personas que los
consideraban como revelaciones, así como también había otras que los asociaban
con nociones un poco más realistas, en el intento por encontrarle un sentido. Aristóteles,
por ejemplo, en sus investigaciones sobre los sueños plantea que estos se
derivan de la actividad anímica que tiene la persona en su estado de vigilia, y
que por el solo hecho de ser sujetos dotados de alma, los sueños tienen naturaleza
divina y son productos de ésta. (Freud, 2013)
De los sueños de
alguna manera se ha esperado que puedan predecir hechos futuros, pero en la
mayoría de los casos estos se muestran incomprensibles a primera vista, de aquí
que se haya hecho un esfuerzo por tratar de explicarlos y sustituir su
contendido por uno más comprensible.
Varios autores a
lo largo de la historia han retomado estos fundamentos planteados frente a los
sueños, con el objetivo de explicar los fenómenos que corresponden a su
formación y la relación que tienen con la vida anímica e inconsciente del
sujeto. Para ello, tomaremos de referencia a Sigmund Freud, quien retomó esta
cuestión en 1900, lanzando el libro “La
interpretación de los sueños”, abarcando en gran medida el tema que aquí
corresponde dar a conocer: los sueños
eróticos.
S. Freud, llevó
a cabo un análisis de los sueños en base a los suyos, con el fin de explicar y
dar un sentido generalizado a éstos mismos; construyó un supuesto en el que
planteó que los sueños eran una de las diversas formas en que el inconsciente
se manifiesta, como el lapsus, los actos fallidos, el olvido y los chistes. De
aquí se explica que el contenido de los sueños parezca a simple vista tan
irrelevante. Para entender el contenido de un sueño, es necesario tener en
cuenta que los objetos, personas, y lugares que aparecen ahí no son lo que
aparentan, ya que su contenido manifiesto (lo que el soñante recuerda), ha de
ser interpretado para comprender los motivos o las fuerzas que impulsaron a
tener ese sueño.
De esta manera,
los sueños aparecen deformados en la conciencia, debido al proceso psíquico por
el que deben pasar para ser aceptados de alguna forma por ésta, pasando así por
una barrera imaginaria llamada represión, la cual se encarga restringir el paso
del contenido inconsciente, dejando pasar solo aquellos que son aceptados por
la conciencia, por lo tanto, se transforma el contenido real por uno distinto y
apropiado, sin que se perturbe su naturaleza inicial.
Los sueños son
actos involuntarios regidos por el ello,
sustitutos de un acto ideal, es decir, acciones que no fueron llevadas a cabo
en la realidad; Al estar regidos por el
ello, quien a su vez está guiado por el principio de placer-displacer
(Trigueros, 2014. Pag. 18), la finalidad y el sentido real de los sueños, es
con certeza la realización de deseos, o sea, los procesos primarios
que siguen a experiencias de satisfacción. (Freud, 1923)
La
interpretación y el sentido de los sueños, son concedidos por la historia del
sujeto, ya que éstos pueden ser sustitutos de traumas, recuerdos del pasado o
deseos; Deseos que generalmente no serían aceptados por la consciencia, como en
el caso de los deseos sexuales. La conciencia
reprime estos deseos incómodos, pero no son eliminados, sólo se destierran a
nuestra parte inconsciente y son manifestados en la realidad de manera
simbólica.
Para explicar el sentido sexual de
nuestros sueños, es pertinente abordar el significado del sentido de los actos
y la sexualidad que recae en éstos, para el psicoanálisis, y de esta manera
lograr comprender el sentido base de éste ensayo.
En términos generales, el psicoanálisis
considera “sexual” a toda conducta que, a partir de una zona erógena, es decir,
la boca, el ano, los ojos, la voz y la piel, y asentándose sobre un fantasma- una aprehensión errónea o ilusoria de la realidad
-, procura en cierto sentido placer; un placer incestuoso (Nasio,1996)
El incesto, por otro lado, es el deseo y
meta última del ser humano sin referirse netamente a un concepto sexual-carnal,
por tanto, estos ideales inaccesibles de satisfacción absoluta, tropezarán con
la represión y se exteriorizarán finalmente en actos sustitutos de ese
imposible acto incestuoso (Nasio,1996)
Ahora bien, el sueño utiliza el simbolismo
para la representación disfrazada de sus ideas latentes. Un símbolo en el
contenido manifiesto, debería ser interpretado en su sentido propio y de manera
simbólica, aunque, también suele suceder que, se utilice como símbolo sexual
algo que no suele recibir tal empleo (Freud,1923); con base al trasfondo del
sentido sexual, el sueño adquiere una significación sexual, ya que la fuente y
meta de las tendencias pulsionales que lo guían son sexuales, por lo tanto,
todos los sueños son de tendencia sexual independientemente de si su contenido
lo refleja explícitamente o no, ya que en ellos también se pueden manifestar
aspectos como el miedo y la ansiedad.
El erotismo, como parte de la sexualidad,
hace referencia a la fantasía, la cual se entiende como un deseo consciente;
pero éste interpretado desde el punto de vista psicoanalítico, se comprende
como un deseo inconsciente manifestado a través de los sueños. Según Acebrón y
Solá (2008), los sueños eróticos son combinaciones de escenas que pueden
significar amor, deseo, afecto y sexo, aunque cualquier imagen puede aparecer
erotizada en un sueño, retomando detalles de la vida anímica consciente
irrelevantes o secundarios.
Teniendo en cuenta que el objetivo
del sueño es satisfacer un deseo inconsciente, el deseo en el sueño erótico es
satisfecho solamente de manera inconsciente, por lo tanto, podemos conjeturar
que los sueños eróticos son las manifestaciones más puras y directas de las
pulsiones y del sentido sexual de los sueños; sentido, que se refleja
explícitamente en el erotismo onírico.
_______
Referencias
bibliográficas
Freud,
S. (2013) La interpretación de los
sueños: flectere si nequeo superos, Acheronta movebo. Edit. Ediciones Akal.
p. 19-20,85,954. Tomado de https://ebookcentral-proquest-com.proxy.bidig.areandina.edu.co/lib/bibliotecafuaasp/reader.action?docID=3215382
Trigueros,
A. (2014) La interpretación de los
sueños. Sigmund Freud. p. 18 Tomado de http://tauja.ujaen.es/bitstream/10953.1/1101/4/TFG_TriguerosNavas%2CAna.pdf
Nasio, J.D. (1996) El placer de leer a Freud. Edit. Gedisa
Editorial, Barcelona, España. cap. 2-3-4. Tomado de https://espaciopsicopatologico.files.wordpress.com/2017/02/el-placer-de-leer-a-freud-juan-david-nasio.pdf
Acebrón, J. Solá, P.
(2008) Jardines secretos, estudio en
torno al sueño erótico. Edit. Edicions de la universitat de Lleida. Tomado
de https://ebookcentral-proquest-com.proxy.bidig.areandina.edu.co/lib/bibliotecafuaasp/reader.action?docID=3210272&query=sue%C3%B1o+erotico
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