Contacto:

Consulta Clínica particular
Calle 17 Entre Carreras 14 y 13 Edificio de la Calle Real - Armenia, Quindío, Colombia
Celular: 3122921369
E-mail: Psiquik@gmail.com
Facebook: https://www.facebook.com/Psicoterapiaarmenia/
Skype: carlos.enrique.correa.lagos1
Linkedin: http://www.linkedin.com/profile/view?id=217738370&trk=nav_responsive_tab_profile
Twitter: @carlospsiquik



viernes, 5 de agosto de 2011

64 - Los celos, la "infidelidad" y el encuentro con tendencias sexuales inconscientes ambivalentes I

La Casada Infiel

Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
Le regalé un costurero
grande de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.

Federico García Lorca, 1928

 
LOS CELOS, LA INFIDELIDAD Y EL ENCUENTRO CON TENDENCIAS SEXUALES INCONSCIENTES AMBIVALENTES


En esta gran tarea que nos hemos emprendido el cartel “la familia contemporánea” de mirar algunos elementos para trabajarlos a todos los niveles, me he encontrado con exigencias o mejor, anuncios simbólicos que me llevan a caminar por varios senderos, en esta oportunidad me reencontré con un tema anunciado en una ocasión pasada, el de los celos en la “infidelidad”. Desarrollaré algunos comentarios sobre este tema agregándole otro elemento, los sentimientos ambivalentes que Freud llama en alguna parte para referirse a que no se está en una posición psíquica fija e inmovible, decir, desorden u orden, bien o mal, etc. Sino que vacilamos entre las dos, una queda reprimida y la otra es la que se presenta de manera manifiesta.

Este tema tiene mucho que explorar, pero esa no es mi intención en esta oportunidad. Lo que aprovecharé para decir es entorno a los celos principalmente, no sin antes mencionar que el texto de La Novela Familiar del Neurótico, escrito por Freud entre 1908-1909, ha sido desde el principio de gran utilidad para todo mi trabajo, en este texto él menciona entre otros temas, los celos que siente el niño o la niña inconscientes, fantasiosos e imaginarios y de allí arman toda una trama novelesca para con sus padres:

tanto la esencia misma de la neurosis como la de todo talento superior tienen por rasgo característico una actividad imaginativa de particular intensidad que, manifestada primero en los juegos infantiles, domina más tarde, hacia la época prepuberal, todo el tema de las relaciones familiares. (1)

es por eso que él insiste en la importancia de la familia en toda la vida psíquica inconsciente de los humanos, pues esta determina su futura relación con el mundo y con el otro, ya Lacan ha desarrollado los discursos que hablan de ello y que nombra como las maneras que tiene cada sujeto para formar lazo social, y lo dice así “el inconsciente es el inconsciente del Otro”, siendo esto una afirmación para estudiar y que yo en el momento entiendo como que el sujeto es nacido en su relación con el otro y consecuentemente con el Otro que en la mayoría de sujetos es la Madre.

Volviendo al tema de los celos, la infidelidad y los sentimientos o tendencias sexuales ambivalentes que se dan en las relaciones familiares humanas veo pertinente resaltar y volver a nombrar lo que deja ver Freud en La Novela Familiar sobre el tema:

Con el conocimiento de los procesos sexuales surge en el niño la tendencia a imaginarse situaciones y relaciones eróticas, tendencia que es impulsada por el deseo de colocar a la madre -objeto de la más intensa curiosidad sexual- en situaciones de secreta infidelidad y de relaciones amorosas ocultas. (2)

Me llama mucho la atención este fragmento del texto ya que Freud dice que el niño “imagina” esas situaciones eróticas, y aquí es muy importante detenernos y pues el registro imaginario es el más débil y sujeto a derrumbamientos, es decir, a cambios, a sustituciones porque es ficticio, endeble. Pensando esto:

Los hermanos menores son los que más particularmente tienden a utilizar estas creaciones imaginativas para privar a los hermanos mayores de sus prerrogativas (igual que sucede en las intrigas históricas) y a menudo no vacilan en adjudicar a la madre tantas relaciones amorosas ficticias como competidores fraternos encuentran. Puede darse entonces una interesante versión de esta novela familiar, en la cual su

____________________
(1) Freud. S. (1908-1909), La Novela Familiar del Neurótico, obras completas versión electrónica.
(2) Ibíd.


Escrito por: Carlos Enrique Correa Lagos en el cartel psicoanalítico de La Familia Contemporánea, Viernes 5 de agosto del 2011


63 - Los celos, la "infidelidad" y el encuentro con tendencias sexuales inconscientes ambivalentes II

protagonista y autor vuelve a reclamar la legitimidad para sí mismo, mientras que elimina a los hermanos y hermanas, proclamándolos ilegítimos. (3)

Aquí vemos entonces que en las relaciones familiares a nivel inconsciente se compite con los hermanos para reclamar el puesto que imaginariamente se construyó en la relación con la madre, y que se cree legítimo el sujeto para ocupar, y es por eso que el intruso se encuentra en su propia casa, a estos sujetos se les agregaría además del padre, el o los hermanos con los que emprenderían una lucha o competencia - y eso se puede corroborar en los dichos tales como “a usted lo (la) quieren más que a mí” - , y pienso en este momento en la “infidelidad” del orden imaginario, con todas sus tramas, sus máscaras, sus mentiras, sus construcciones ficticias, pues allí ésta misma da espacio para que quepa todo, los celos, las traiciones – imaginarias igualmente – y toda esta basura que invade a aquel que sufre la infidelidad en ese registro. Sabemos que ésta no es solamente imaginaria ya que toda imaginación se sustenta en un hecho real, aunque no tenga nada que ver, se engrandezca, se infle, pero de alguna parte debió de haber salido.

Hasta aquí entonces podemos decir que en el niño que tiene una íntima relación con su primero objeto de amor, su primer objeto Todo, hay un sentimiento, un afecto llamaría yo a eso de pertenencia, pues la Madre es del niño y aunque exista el padre, él quiere ocupar su puesto, poseer a la madre.

Pensando esto desde el segundo punto que son los celos, sentimiento que es consecuencia del que cree o al menos sospecha de que hay una “infidelidad” que lo invade, me parece pertinente conocer qué es lo que está estipulado desde la lengua que nos rige en cuanto a este término:

Celo: 1. m. Cuidado, diligencia, esmero que alguien pone al hacer algo.
2. m. Interés extremado y activo que alguien siente por una causa o por una persona.
3. m. Recelo que alguien siente de que cualquier afecto o bien que disfrute o pretenda llegue a ser alcanzado por otro. U. m. en pl.
4. m. En los irracionales, apetito de la generación.
5. m. Época en que los animales sienten este apetito.
6. m. Período del ciclo menstrual de la mujer en que se produce la ovulación.
7. m. pl. Sospecha, inquietud y recelo de que la persona amada haya mudado o mude su cariño, poniéndolo en otra. (4)

Como ha pasado muchas veces en este camino, hay sorpresa al buscarle el significado fijado en la lengua, pues celo es el singular de celos, entre tanto tomaremos el significado número 7 para esta ocasión que dice: sospecha, inquietud y recelo de que la persona amada quiera a otra, eso es el celo o los celos.

Con este recorrido entre la significación y la aclaración terminamos parcialmente.
LOS celos, como la tristeza, cuentan entre aquellos estados afectivos que hemos de considerar normales. De este modo, cuando parecen faltar en el carácter y en la conducta de un individuo, deducimos justificadamente que han sucumbido a una enérgica represión y desempeñan, por consecuencia, en su vida anímica inconsciente un papel tanto más importante. Los casos de celos anormalmente intensos observados en el análisis muestran tres distintos estratos o grados, que podemos calificar en la siguiente forma: 1º, celos concurrentes o normales; 2º, celos proyectados, y 3º, celos delirantes. (5)

Freud en su descubrimiento del inconsciente sitúa entonces a este estado afectivo – no

____________________
(3) Ibíd.
(4) Diccionario de la real academia española versión electrónica.
(5) Freud, (1921 – 1922), Sobre Algunos mecanismos neuróticos en los celos, la paranoia y la homosexualidad, obras completas versión electrónica.

Escrito por: Carlos Enrique Correa Lagos en el cartel psicoanalítico de La Familia Contemporánea, Viernes 5 de agosto del 2011

62 - Los celos, la "infidelidad" y el encuentro con tendencias sexuales inconscientes ambivalentes III

sentimiento – como normal en algunos sujetos neuróticos, y que de algún modo la mayoría de los que los viven los ven como algo normal cuando no molestan tanto como para buscar algún tipo de orientación. También él les pone un lugar de acuerdo a la dinámica inconsciente diciendo que cuando en un sujeto que no se encuentran de manera consciente es porque han sucumbido, han sido reprimidos, se han desalojado de la conciencia y que allí tienen un papel más importante. Tratando de leer a Freud pienso en que cuando dice que estando los celos en la vida anímica inconsciente tienen un papel más importante se me ocurre considerar los sueños como ese destino al que son llevados los celos en el sujeto “no celoso”, también teniendo en cuenta el significado de la palabra.

En esta cita Freud habla de los celos observados en su clínica y que de alguna forma ponen al sujeto en una posición incómoda frente a su sufrimiento, es decir, el sujeto se encuentra de frente con su angustia, con su vacío, con algo que está fuera de su cadena significante, algo que no se liga, ósea, con lo real. Nos nuestra entonces tres tipos de celos que encontró en su clínica y que eran estructuralmente distintos, los celos concurrentes o normales, los celos proyectados y los celos delirantes.

Sobre los celos normales poco puede decir el análisis. No es difícil ver que se componen esencialmente de la tristeza y el dolor por el objeto erótico que se cree perdido, de la ofensa narcisista en cuanto nos es posible diferenciarla de los elementos restantes y, por último, de sentimientos hostiles contra el rival preferido y de una aportación más o menos grande de autocrítica que quiere hacer responsable al propio yo de la pérdida amorosa. (6)

Cuando los celos son “normales” se presentan sentimientos también “normales” más vivibles y soportables ya que el sujeto cree que el objeto erótico se ha perdido y esto tiene consecuencias en el narcisismo suyo que le exige consecuentemente redireccionar su libido y a sus pulsiones cambiar de objeto, se siente culpa, pueden haber autorreproches entre una variedad de respuestas del sujeto frente a su experiencia.

Estos celos no son, aunque los calificamos de normales, completamente racionales, esto es, nacidos de circunstancias actuales, proporcionados a la situación real y dominados sin residuo alguno por el yo consciente, pues demuestra poseer profundas raíces en lo inconsciente, continúan impulsos muy tempranos de la afectividad infantil y proceden del complejo de Edipo o del complejo fraterno del período sexual. Es también singular que muchas personas los experimenten de un modo bisexual, apareciendo como causa eficiente de su intensificación en el hombre, además del dolor por la pérdida de la mujer amada y el odio contra el rival masculino, la tristeza por la pérdida del hombre inconscientemente amado y el odio contra la mujer considerada como rival. (7)

Los celos “normales” parecen poseer profundas raíces en lo inconsciente y especialmente en el complejo de Edipo o del complejo fraterno del periodo sexual lo que me haría pensar en la posible inexistencia de la “infidelidad” en la vida adulta, o que de un momento a otro el sujeto que era “fiel” se convirtió en un “infiel” despiadado y sin consideración. Habría que ver eso en la clínica para comprobar una vez más que el adulto es el resultado de una estructuración temprana, eso, lo descubrió el psicoanálisis. También este último punto de la cita donde dice que es singular que muchas personas experimenten de un modo bisexual este afecto, y al pensar en la bisexualidad me detengo un poco para mirar la contemporaneidad, lo que pertenece a esta época y puede que se presenten los celos en el sujeto con mayor o menor intensidad, empero hay una especie de lo que yo llamaría “una liberación homosexual femenina” con sus tramas y complicaciones, por eso:

“el eslabón con el que Freud vinculó a la histeria con la paranoia pasa por la feminidad, pasa por la mujer, y ese eslabón es lo que podemos llamar la fijación femenina a la madre.”(8)

____________________
(6) Ibíd.
(7) ibíd.
(8) Aparicio, Sol (2006), ¿Histeria o PARANOIA?, Editorial Asociación del Foro del Campo Lacaniano de Medellín, Colombia.

Escrito por: Carlos Enrique Correa Lagos en el cartel psicoanalítico de La Familia Contemporánea, Viernes 5 de agosto del 2011

61 - Los celos, la "infidelidad" y el encuentro con tendencias sexuales inconscientes ambivalentes IV

Esto abre las puertas para un futuro tema y es el de la sexualidad femenina, y mis posibles desarrollos frente a él. Lo que quiero mostrar aquí es la posible hipótesis si se puede llamar así, aunque la palabra es incómoda, de la relación mujer-madre y su posible relación con la identificación sexual, de ser mujer, no un poquito hombre y no mujer toda. Esto anterior tiene relación con el complejo de Edipo en la niña, su no superación y el amor hacia el primer objeto que en el mismo caso del niño es la madre.
Lo que acabo de decir es un poco polémico al pensar el complejo de Edipo en la niña, pero lo trabajaré en otra oportunidad. Solamente quería pensar el sentido posible y apresurado, de la actual “liberación homosexual femenina”.

Los celos del segundo grado, o celos proyectados, nacen, tanto en el hombre como en la mujer, de las propias infidelidades del sujeto o del impulso a cometerlas; relegado, por la represión, a lo inconsciente. Sabido es que la fidelidad, sobre todo la exigida en el matrimonio, lucha siempre con incesantes tentaciones. Precisamente aquellos que niegan experimentar tales tentaciones sienten tan enérgicamente su presión que suelen acudir a un mecanismo inconsciente para aliviarla, y alcanzan tal alivio e incluso una absolución completa por parte de su conciencia moral, proyectando sus propios impulsos a la infidelidad sobre la persona a quien deben guardarla. (9)

En esta clase de celos aparece la proyección como mecanismo de defensa del Yo, Freud lo dice, de las propias infidelidades del sujeto o impulso a cometerlas siendo el destino de ese impulso el desalojo a lo inconsciente. Aquí sería lícito pensar en lo que es de orden imaginario y lo que es de orden simbólico ya que no siempre que un sujeto se ve impulsado o el deseo juega un papel en la infidelidad, este es desalojado, pues en ocasiones puede cometer el acto, a eso se refiere Freud cuando habla de sus propias infidelidades - las del sujeto - , el impulso queda o no en el inconsciente luchando con tentaciones que lo invitan al goce no actuado o actuado (simbólica o imaginariamente), el sujeto proyecta esta “infidelidad” o los celos al otro – pareja, culpándolo (a) de su propio deseo. En este segundo grado los celos se ponen afuera y se manifiestan en reproches y reclamos por su falta de lealtad.

Las costumbres sociales han tenido en cuenta prudentemente estos hechos y han dado cierto margen al deseo de gustar de la mujer casada y al deseo de conquistar del hombre casado, esperando derivar así fácilmente la indudable inclinación a la infidelidad y hacerla inofensiva. Determinan que ambas partes deben tolerarse mutuamente esos pequeños avances hacia la infidelidad y consiguen, por lo general, que el deseo encendido por un objeto ajeno sea satisfecho en el objeto propio, lo que equivale a un cierto retorno a la fidelidad. Pero el celoso se niega a reconocer esta tolerancia convencional. No cree que sea posible una detención o un retorno en el camino de la infidelidad ni que el flirt (coqueteo) constituye un seguro contra la verdadera infidelidad. En el tratamiento de tales sujetos celosos ha de evitarse discutirles el material en el que se apoyan, y sólo puede intentarse modificar su interpretación del mismo. (10)

Los momentos en el tiempo han cambiado en el siglo XXI se podría considerar que existen despojos del mandamiento de la ley de Dios “El noveno, no consentirás pensamientos ni deseos impuros” (11) hacia la mujer de tu prójimo, y digo despojos o residuos porque actualmente nos percatamos que sería una pretensión grande creer que esto es cierto del todo. La dinámica del deseo es la de la pulsión, no satisfacerse. Entonces esta vuelta del deseo a la resignación con el objeto que se tiene, tiembla para asegurar la fidelidad.

Por último Freud habla de los celos del tercer grado, los celos delirantes que se presentan en la paranoia:

Los celos surgidos por tal proyección tienen, desde luego, un carácter casi delirante –lo habla Freud refiriéndose a los proyectivos-; pero no resisten a la labor analítica, que descubre las fantasías inconscientes subyacentes, cuyo contenido es la propia infidelidad. Mucho menos favorable resulta el caso de los celos del tercer grado o propiamente delirantes. También éstos nacen de tendencias infieles reprimidas; pero los objetos de las fantasías son de carácter homosexual. Los celos delirantes corresponden a una homosexualidad y ocupan con pleno derecho un lugar entre las formas clásicas de la paranoia. Como tentativa de defensa contra un poderoso impulso homosexual podrían ser descritos (en el hombre) por medio de la siguiente fórmula: No soy yo quien le ama, es ella. (12)


Freud deja el tema para trabajarlo en su número dos del texto con el mismo nombre, y en esta ocasión también lo dejaremos de lado ya que pertenecen a una estructura diferente de la neurótica y todo el asunto de la “infidelidad” del orden imaginario juega un papel harto diferente.

____________________

(9) Freud, (1921 – 1922), Sobre Algunos mecanismos neuróticos en los celos, la paranoia y la homosexualidad, obras completas versión electrónica.
(10) Freud, (1921 – 1922), Sobre Algunos mecanismos neuróticos en los celos, la paranoia y la homosexualidad, obras completas versión electrónica.
(11) Sacado de: http://webcatolicodejavier.org/mandamientos.html
(12) Freud, (1921 – 1922), Sobre Algunos mecanismos neuróticos en los celos, la paranoia y la homosexualidad, obras completas versión electrónica.
Escrito por: Carlos Enrique Correa Lagos en el cartel psicoanalítico de La Familia Contemporánea, Viernes 5 de agosto del 2011

lunes, 13 de junio de 2011

60 - El sentido inconsciente del ladrón: Un paralelo con la “infidelidad”

Ladrón que roba.
Está aquí, allá y en mi pasado,
Me sigue cuando voy por la calle,
Siento que estoy asustado,
A la señal lo llamo con la mirada y cae.
Esta adelante, está atrás,
Con mi novia me ataca,
Al dormir aparece en mis sueños,
Está en mi mente y me roe como una rata.
Me tiene asustado intensamente,
Creo que estoy débil,
No creo que pueda hacerle frente,
Más no he hallado el nido donde se encuentre.

Carlos Enrique Correa L.
4 de junio de 2011


El sentido inconsciente del ladrón
Un paralelo con la “infidelidad”

Venimos trabajando el concepto de “infidelidad” como algo que no está tan claro, más bien es supuesto y entendido de manera propia, ya vimos la religión y la lengua española qué nos dicen sobre este tema, despejamos varias dudas que el mismo nos suscita y dejamos evidente el hecho de que es una falta de lealtad tras un acuerdo preestablecido que la fe católica lo estipula como el matrimonio, y la sociedad lo vive como el contacto sexual-afectivo por fuera de la pareja.
Ver la “infidelidad” o mejor la falta de lealtad por un acuerdo preestablecido implícita o explícitamente como un robo, sentido subjetivamente por el afectado, y que el ladrón se ve en la necesidad de consumar o mantener tal acto, es una ambición y un reto que me propondré a desarrollar en el siguiente trabajo, bajo el supuesto de que el “infiel” es un ladrón y su pareja, víctima de un robo sentido subjetivamente o mejor que le han quitado algo que le pertenece.
Del mismo modo, en el presente trabajo trataré la angustia en la pareja desde el psicoanálisis, del lado del ladrón, la veríamos como un vacío que demanda ser colmado, y para la víctima una angustia por la desestabilización a la que el hecho de la infidelidad conlleva.

Carlos Enrique Correa Lagos

59 - El sentido inconsciente del ladrón: Un paralelo con la “infidelidad”

Se hace necesario en este punto aclarar dos conceptos claves para comenzar, ya que en el caldo del lenguaje se confunden muchas sustancias que a veces se mal entienden o que de otro lado se tragan entero, estos conceptos son el de ladrón y el de víctima.

Ladrón, na.(Del lat. latro, -ōnis, bandido). 1. adj. Que hurta o roba. U. m. c. s. 2. m. Portillo que se hace en un río para sangrarlo, o en las acequias o presas de los molinos o aceñas, para robar el agua por aquel conducto. 3. m. Toma clandestina de electricidad. 4. m. Clavija que tiene salida para varias tomas de la corriente eléctrica.(1)

Con el anterior significado del ladrón nos percatamos que es el que quita algo, que hurta o roba teniendo en cuenta que hurto es "1. tr. Tomar o retener bienes ajenos contra la voluntad de su dueño, sin intimidación en las personas ni fuerza en las cosas.”(2), y robo o robar es “1. tr. Quitar o tomar para sí con violencia o con fuerza lo ajeno. 2. tr. Tomar para sí lo ajeno, o hurtar de cualquier modo que sea. 3. tr. raptar (‖ sacar a una mujer con violencia o con engaño de la casa y potestad de sus padres o parientes).”(3)

Ese último significado, el de raptar llama la atención, ya que era lo que sucedía anteriormente con algunos abuelos, se escapaban de la casa , se unían en pareja para llevar una vida juntos regularmente contra la voluntad de sus padres que les buscaban pareja por conveniencia económica y social, pero bueno, ese no es el tema principal, no nos desviaremos.

Ya habiendo puesto de manifiesto el concepto de ladrón, pasaré a la víctima que es “3. f. Persona que padece daño por culpa ajena o por causa fortuita.” (4). En este caso el daño se siente de dos formas, afecta subjetivamente al sujeto y en su exterior, bienes que compartían, hijos, entre muchas cosas más.

Walter riso los entiende de esta manera:

Cuando el que es víctima del engaño lo descubre, recorre toda la gama de emociones: depresión, resentimiento, ira, hostilidad, ansiedad, decepción, venganza, envidia, asombro, incredulidad, sorpresa, aislamiento, frustración, y una baja fulminante en la autoestima. Y cuando no se ha enterado la sospecha empieza a molestar: “Algo ocurre”, “Cada vez está más distante”, “Está llegando tarde”, “Me habla menos”, y así. Una frialdad sutil, lenta e implacable, se va apoderando de la relación hasta congelarla. La infidelidad, aunque no se ve, se siente. (5)

La víctima de la “infidelidad” tendrá todos estos sentimientos que expone Riso más La Angustia, tendré en cuenta entonces que esto no es una definición general para “todas las personas” que sean víctimas de la infidelidad, más bien lo pienso como algo que es posible se presente en cualquier relación imaginaria y simbólica como es la relación de pareja.

____________________
- (1,2,3,4) Diccionario de la real academia española versión electrónica
- (5) Walter Riso, 2007, editorial Norma S.A, Colombia.


Carlos Enrique Correa Lagos

58 - El sentido inconsciente del ladrón - Un paralelo con la “infidelidad”.

Lacan en su seminario sobre la angustia nos dice, “La angustia, ¿qué es? Hemos descartado que sea una emoción. Para introducirla diré que es un afecto”. Entendiendo a Lacan, cuando dice que la angustia no es una emoción o sentimiento como las de Riso, sino un afecto, un afecto que no se liga, del que se sabe muy poco de su origen o como también lo expresa “lo que he dicho del afecto es que no está reprimido. Esto Freud lo dice igual que yo. Está desarrumado, va a la deriva. Lo encontramos desplazado, loco, invertido, metabolizado, pero no está reprimido. Lo que está reprimido son los significantes que lo amarran.”(6)

Al decirnos Lacan que la angustia es un afecto no reprimido el cual no tiene un significante que lo amarre, se está refiriendo a que como lo reitera en este mismo seminario la angustia se ubica en el vacío, en la falta. Bernard Nominé dice:

La angustia en tanto señal de alarma, advierte al sujeto que algo está aproximándose, que un peligro amenaza, ¿de qué se trata? No se trata del anuncio de una falta: algo va a faltar, sino de un exceso. Si volvemos a leer los primeros textos de Freud, vemos que la angustia señala una tensión interna que se acumula y que no encuentra salida alguna para fluir hacia afuera en la realización de una pulsión al servicio de un deseo. No cabe duda, para él, que se relaciona con la vida libidinal, pues surge cuando la vida libidinal tropieza. (7)

Es decir la angustia surge cuando algo falla, la vida libidinal, la cadena significante y el sujeto se ve frente a un vacío, una hiancia. Nominé sigue:

… la angustia no es sin objeto. El objeto de la angustia es un objeto raro y hay que buscarlo del lado del origen del deseo, de lo que lo causa, entonces podemos entender que la angustia señala el posible surgimiento de ese objeto muy peculiar… el objeto causa de deseo. (8)

Este objeto aparece en el lugar de la falta, es representado por el fantasma, del orden imaginario, y la falta es la que sostiene el deseo cuando el sujeto entra en la relación con el Otro, ese objeto que falta, esa pareja, esa persona, ese amante como significante es lo que sostiene el deseo, lo que moviliza la pulsión, lo que angustia cuando se encuentra en esta posición. De esta forma veríamos el deseo en los dos, en el infiel-ladrón y en su pareja-objeto del engaño.
____________________
- (6) Lacan. J. Seminario La angustia, 1981, Editorial Paidós.
- (7,8) Nominé. B. La angustia y el síntoma, 2007, Editorial Universidad Pontificia bolivariana.

Carlos Enrique Correa L.

57 - El sentido inconsciente del ladrón < Un paralelo con la “infidelidad” >


Pasando por este momento al segundo por mirar, el victimario, o ladrón o infiel veremos lo que nos dice Riso:

Contrariamente a lo que manda el sentido común. Los responsables del adulterio también sufren. No hay felicidad completa. De un lado la culpa y el arrepentimiento, pánico a ser descubierto, tensión, indecisión y brotes de autocastigo. Del otro, goce mayúsculo, felicidad desbordante, atracción por lo clandestino y un enamoramiento que los transporta al más allá. Este “sube y baja” cotidiano entre el gusto y el disgusto, la alegría y la tristeza, los encuentros y las lejanías, los escapes y los regresos, más la presión que genera en apariencia un conflicto irresoluble, rápidamente va minando la estabilidad emocional del que engaña. (9)

Entre lo que Riso nos dice hay acuerdos y bastantes desacuerdos, ya lo he reiterado, habla con pocas bases teóricas, y tiende a generalizar bastante. Esta es la oportunidad para señalar una vez más, lo que he desarrollado hasta este momento es particular, con el uno por uno, la clínica, el estudio y la experiencia de análisis que tengo.

Ahora pasaré a desarrollar un texto muy pertinente para esta empresa, es de Donald Winnicott, se titula el impulso a robar, esto nos refiere al lado del ladrón infiel; pensaría que la acción que se juega en la infidelidad, los dos protagonistas podrían denominarse ladrones, la tercer persona por venir a raptar algo que es el motor de su deseo pasional y sexual, y el segundo, es más complejo porque se haría víctima de su propio robo, veamos esto, antes de entrar a Winnicott, vamos a llamar a los dos ladrones A, y B, y la víctima C. A, roba a C, y B goza de esa relación siendo amante infiel y gozando, ahora, hay que ver ese goce no como satisfacción plena, pues como lo sabemos por Lacan el goce es estar bien en el mal, y podemos referirnos a Riso cuando dice que hay un sentimiento doble, ese “sube y baja”, ese gusto y disgusto, la presión de ser descubierto, como un ladrón, la tensión

agregaría yo pensando en lo que dice Freud, un exceso de tensión, al final creería por el momento que hay A, B, C, siendo los dos de las puntas Ladrón y Víctima y el de la mitad la fusión de esos dos, con un goce parcial, no pleno, por el momento es eso lo que desarrollaré.

____________________

(9) Walter Riso, 2007, editorial Norma S.A, Colombia.


Carlos Enrique Correa Lagos

56 - El sentido inconsciente del ladrón < Un paralelo con la “infidelidad” >

El ladrón no busca el objeto del que se apodera. Busca una persona. Busca a su propia madre, pero no lo sabe. Para el ladrón, la fuente de satisfacción no es, una estilográfica robada en una tienda, ni la bicicleta perteneciente al vecino, ni la manzana que crecía en el huerto. Un niño que está enfermo en esta forma es incapaz de disfrutar con la posesión de objetos robados. Sólo actúa una fantasía que corresponde a sus impulsos primitivos de amor, y lo máximo que puede hacer es disfrutar de la actuación y del ejercicio de una habilidad. (10)

Cuando Winnicott nos dice que el ladrón no busca el objeto del que se apodera sino una persona, y nos cuenta que es a la propia madre, me hace pensar en el hecho de que el ladrón no se colma con robarse unos billetes, una bicicleta, unos tenis, o un banco entero, en ese objeto robado no encuentra lo que está buscando porque de ser así, no tendría necesidad de seguir robando, con un solo robo bastaría. No crean que no estoy pensando en las condiciones sociales, la precariedad económica en la que viven muchos sujetos, pero eso simplemente no alcanzaría como justificación, porque si se percatan, los ladrones son unos pocos, no son todos los que la sociedad llama “pobres”, con todo lo que implica la palabra, son ladrones. Además también hay ladrones de la alta sociedad, “los de cuello blanco” del gobierno, es por eso que no sirve de justificación el “es porque usted tiene más que yo que lo robo”.

El niño que roba es un bebé que busca a la mamá, o a la persona a la que tiene derecho a robar; de hecho, busca a la persona de la que puede tomar cosas, tal como, cuando tenla 1 ó 2 años de edad, tomaba cosas de la madre simplemente porque era su madre, porque tenía derechos con respecto a ella. Hay otro punto; su propia madre es realmente suya, porque él la inventó. La idea de la madre surgió gradualmente de su propia capacidad de amar. (11)

Es realmente valioso este texto y lo que nos dice Winnicott sobre el tema del ladrón, pues nos remite a la más primera infancia, donde los niños no tienen un contacto con la sociedad relevante como para culparla a ella de haber formado al ladrón, sino que con todo lo que implica, nos lleva por un recorrido al pasado para ver lo que se presenta en la actualidad de cada sujeto, Winnicott dice,

“el niño que roba es un bebé que busca a la mamá, o a la persona que tiene derecho a robar…
busca a la persona de la que puede tomar cosas” Ibid. o sea, el ladrón se siente en el derecho de robar, porque siente que eso que roba le pertenece, aquí Winnicott lo habla desde el niño, y más adelante lo lleva a la vida del adulto para darnos cuenta que el ladrón roba porque cree que algo le pertenece.

En última instancia, al buscar las raíces del robar siempre se encuentra que el ladrón necesita reestablecer su relación con el mundo sobre la base de reencontrar a la persona que, debido a su devoción por él, lo comprende y está dispuesta a adaptarse activamente a sus necesidades; de hecho, a darle la ilusión de que el mundo contiene lo que él puede concebir y a permitirle ubicar lo que él concibe precisamente allí donde de hecho hay una persona devota en la realidad "compartida" externa (12)
___________________

(10,11,12) Winnicott. D. El impulso a robar 1949. Versión electrónica.


Carlos Enrique Correa Lagos

55 - El sentido inconsciente del ladrón < Un paralelo con la “infidelidad” >

Es importante resaltar el punto donde Winnicott nos dice que en el ladrón siempre se encuentra la necesidad de reestablecer su relación con el mundo, sigue:
¿Qué aplicación práctica tiene todo esto? La cuestión es que el niño sano en cada uno de nosotros sólo gradualmente se torna capaz de percibir objetivamente a la madre a quien él creó en un principio. Este doloroso proceso es lo que llamamos desilusión, y no hay necesidad de desilusionar activamente a un niño pequeño; antes bien, cabe afirmar que la buena madre corriente evita la desilusión, y la permite sólo en tanto siente que el niño puede soportarla, y darle la bienvenida.(13)

Es decir, Winnicott atribuye a la formación del ladrón, también podemos verla en la del infiel, una desilusión frente a la temprana esperanza de sentir a la madre como una creación suya, esa desilusión en los sujetos que no son ladrones es aceptada y desplazada hacia un objeto de amor, es decir, a una pareja o al trabajo honesto, en el niño enfermo como lo llama Winnicott, esta desilusión no es aceptada y de manifiesta en el acto de robar.

De mil maneras distintas, los niños que han sufrido un acceso demasiado grande o súbito de la desilusión, quedan sometidos a una compulsión a hacer cosas sin saber por qué, a ensuciarse, a negarse a defecar en el momento adecuado, a destrozar las plantas del jardín, etcétera. (14)

Entonces se nos hace evidente el hecho de una desilusión, y no cualquier desilusión, una desilusión del orden del amor, una falta, un vacío.

Los sentimientos de venganza en la víctima no pueden pasarse por alto, y todo intento de asumir una actitud sentimental frente a los niños delincuentes trae aparejada su propio fracaso, al incrementar la tensión del antagonismo general hacia los criminales. (15)

Seguramente la víctima no se complacerá con el hecho de que al ladrón-infiel le falto amor de parte de su madre porque la creía suya, se desilusionó cuando se percató de que no era así y creció robando para encontrar lo que se le perdió, es cierto que puede ser una hipótesis, pero se puede hacer poco ante lo robado, también es justo pensar en el amor y su falta como estructurantes del ladrón.

El ladrón, que es un enfermo, se siente casi siempre desesperanzado con respecto al mundo y a la relación de éste con él. Cada tanto, sin embargo, siente una oleada de esperanza, que asume la forma de un intento por superar el proceso de desilusión; el yo del bebé, con sus recuerdos del consuelo hallado en la ilusión y en una subjetividad inexpugnable, surge entonces y durante un breve período habita en la persona del niño. Desde nuestro punto de vista, el resultado consiste en que esa persona, niño, adolescente o adulto, actúa como un poseso, como alguien poseído por un aspecto de su yo infantil, compelido a robar para establecer contacto con la sociedad. (16)

Con esto termina Winnicott su corto texto, para el presente trabajo muy importante ya que nos dio luz sobre la conformación del ladrón, la víctima y diría yo, la posible causa del robo.

or el momento dejaré este tema aquí con el objetivo de seguir en la ardua tarea de despejar el concepto de la infidelidad en la familia contemporánea.
____________________
(13,14,15,16) Winnicott. D. El impulso a robar 1949. Versión electrónica.


Carlos Enrique Correa Lagos

domingo, 24 de abril de 2011

54 - Adulterio, una mirada a la "infidelidad" desde la fe católica III

...la infidelidad como es entendida en la sociedad, es decir “traición”, “falta de lealtad” , “tener el acto sexual con otra persona”, se diferencia a lo que nos dice la biblia y más se parece la infidelidad al adulterio. De acuerdo a la definición de la real academia la infidelidad es falta de fe católica, entonces qué es lo que se entiende cuando una mujer u hombre que no está casada le fue “infiel” a su pareja, ¿le faltó fe católica? O ¿adulteró fornicando con otra persona?, aquí se enredan las cosas.


Sigamos con la cita del principio:


“29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.”ibid
Es decir que si se adultera de corazón mirando a otras mujeres o a otros hombres será mejor que se arranque el órgano con el que adulteró, bien sea el ojo o la mano para que sea echada al infierno. A parte de invitar a cada uno a la ardua tarea de mirar si no ha adulterado de corazón o hasta en la realidad, ir más allá de esas restricciones que enferman el alma es a lo que convoco. Inhibir el deseo, es como apagar con un switch la pulsión, es querer tener el control de lo humano, es querer acabar las guerras, tan imposible como eso, pues la guerra se mantiene al interior de cada uno de nosotros, funciona de modo inconsciente con toda su dinámica.


Ahora vamos directamente a lo que dice la biblia sobre la infidelidad:


“La esposa infiel de Oseas, y sus hijos.


1. Palabra de Jehová que vino a Oseas… 2. Dijo Jehová a Oseas: Vé, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación, e hijos de fornicación; porque la tierra fornica apartándose de Jehová.” (Oseas 1: 2) Ibid.


Aquí Jehová habla del pueblo de Israel que estaba adorando a un becerro formado mediante oro fabricado con la fundición de los aretes de mujeres. Esto sucedió cuando el pueblo necesitaba rendirle culto a un dios, descendió Moises del monte Sinaí con los mandamientos y castigó por medio de Jehová a Israel, acusándolo de fornicar y apartarse de él. Aquí me percato de que hay una elaboración metafórica en torno a la mujer infiel, la mujer, la tierra de Israel, adorando a otro dios, y Oseas es Jehová, castigando ese acto de infidelidad sin perdón.


Hasta aquí hemos ahondado la tercer pregunta que fue ¿dentro de la biblia se hablará de infidelidad refiriéndose a la falta de fidelidad en una pareja? Y respondo que no solamente de eso, habla la biblia de adulterio, la infidelidad tiene otra significación más amplia y se refiere a la falta de fe católica en general.


Y al último interrogante que me hago, le respondo que se supone, la infidelidad se supone, no es tan cierta y es poco posible comprobarla, es aún más complicado la que tiene que ver con el adulterio de corazón, el pensamiento, el deseo sexual por ese orden.


Para terminar en este tema consciente de que aquí estamos es dando un vistazo a la palabra infidelidad desde la religión católica, pues nos damos cuenta que por fuera términos como adulterio e infidelidad quieren decir cosa un poco diferente, más referida a la lealtad. Pero sin querer salirnos a mirar más ampliamente es importante entender que en este trabajo se está interrogando lo verdadero o cierto de la infidelidad en la psiquis de los sujetos, ese sentimiento subjetivo que tiene el que se percata de que ha sido engañado por su pareja.


Carlos Enrique Correa Lagos

53 - Adulterio, una mirada a la "infidelidad" desde la fe católica II

... secreto que ante un acto de infidelidad el afectado no va todas las veces donde el párroco de la iglesia, sino donde un ente jurídico,  donde la mejor amiga(o) o en su defecto se dirige a un psicólogo. Pero la reacción toma otro matiz.
 
Entendiendo esto con cautela y sin ánimo de generalizar, pues siendo la anterior una interrogación pretenciosa y osada, es necesaria hacerla sin tapujos y desde lo que se percibe en el entorno. Puedo decir entonces que los infieles no temen a Dios y ante la pena futura de arder en el fuego del infierno no se toma ninguna precaución.
 
La segunda interrogación, ¿todos los infieles estarán casados por la iglesia?, a primera vista nos percataremos de que el matrimonio por la iglesia de parte de la fe católica ha venido disminuyendo, pues con el transcurrir del tiempo las cosas cambiaron, ya por ejemplo hay una mayor liberación sexual, nos encontramos con tendencias sexuales extrañas, aberrantes, si se quiere para la iglesia, como el inter-sexualismo, el lesbianismo, e infinidad de parafilias que el que se inicie en la tarea tan solo de mirarlas tal vez se asustaría.

El matrimonio por la iglesia no es condición actual para la unión de la pareja, la biblia dice:
“4 Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios” (Hebreos 13:4) (4)   
 
Fuera de lo confusa que es la biblia y toda esa significación que nos presenta, (yo diría que es la mejor zancadilla para el entendimiento humano, ¿y cómo no serlo?, mejor vale tener a la humanidad vendada que con los ojos nuevos), en fin,  el tema es que nos exige un entendimiento en cuanto a términos, comenzaré con adulterio y la fornicación, el diccionario nos dice:
adulterio.Del lat. adulterĭum). 1. m. Ayuntamiento carnal voluntario entre persona casada y otra de distinto sexo que no sea su cónyuge.” (5)
 
Lo anterior nos aclara que el adulterio es el acto sexual con otra persona fuera del matrimonio, hombre o mujer, del mismo sexo o diferente, pero esto no es tan simple, al final de la cita bíblica anterior dice que a los adúlteros y a los fornicarios los juzgará Dios, y llevando la misma línea de esta argumentación vemos que la sociedad poco le teme a Dios, pues nos encontramos al mirar, con sicarios rezando sus balas para que den en el blanco, entre muchas otras cosas más.
 
Hasta acá entendemos que el adulterio es lo que más se parece a la infidelidad. Veamos el otro término “fornicar. (Del lat. fornicāri).1. intr. Tener ayuntamiento o cópula carnal fuera del matrimonio. U. t. c. tr.” (6).
 
Con esto nos percatamos de que es harto parecido el término, sino, lo mismo. Refirámonos a la cita del principio de este texto, 28 Pero yo os digo que cualquiera que mire a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.”ibid.
 
Adulterar el corazón es lo que nos dice Jesucristo, es algo nuevo que nos llega para el entendimiento de este tema, sabiendo pues que (continúa)
 
_________________________________
4. Sociedades Bíblicas Unidas (1960)
5, 6. Real Academia Española © Todos los derechos reservado

Carlos Enrique Correa Lagos

52 - Adulterio, una mirada a la "infidelidad" desde la fe católica I

Jesús y el adulterio


27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.
28 Pero yo os digo que cualquiera que mire a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
Mateo: 5:27-30 pág. 879

El tema que venimos tratando tiene, como todo lo confuso, varios tentáculos que se hace necesario divisar para procurar precisar cosas que no se tienen claras, pues la infidelidad es un término conocido, o al menos eso se supone, pero resulta que no es tan obvio como se creería en un principio. Aclaro que este trabajo está tratando la infidelidad desde las relaciones de pareja. En esta oportunidad daremos un vistazo desde la iglesia a la “infidelidad” sabiendo todo lo que esto supone, pero antes creo conveniente ver lo que es la infidelidad desde la lengua que nos rige, se dice:

(1)Infidelidad.(Del lat. infidelĭtas, -ātis). 1. f. Falta de fidelidad. 2. f. Carencia de la fe católica. 3. f. desus. Conjunto de los infieles que no conocen o no aceptan la fe considerada como verdadera.

El trabajo que se hará en este contexto será primero desglosar la definición que nos encontramos anteriormente.
Comenzaremos por falta fidelidad, entendiendo esta como:

(2)Fidelidad.(Del lat. fidelĭtas, -ātis).1. f. Lealtad, observancia de la fe que alguien debe a otra persona.
 “… en el contexto de la vida de pareja, la fidelidad se refiere a una promesa, explícita, de entregarse a la pareja de una forma acordada entre los dos (si los dos están de acuerdo, pueden estar con otras personas manteniendo la fidelidad ya que no se rompe ninguna promesa). La fidelidad, por tanto, es una actitud creativa, no se reduce al mero aguante, al hecho de soportar algo de forma inconsciente e irracional.” (3)

En las dos definiciones nos encontramos con la fe, que es según la real academia de la lengua española el “Conjunto de creencias de una religión o Conjunto de creencias de alguien, de un grupo o de una multitud de personas.”, acá ya se ve más claro la tendencia de este concepto a ser cimentado y exigido de parte de la fe católica y de la religión en general. Al hablarnos de la fe católica nos están delimitando el terreno donde podemos analizar y observar esta cuestión. Pero, ¿se entenderá la infidelidad en la sociedad como falta fe católica?, ¿todos los infieles estarán casados por la iglesia?, ¿dentro de la biblia se hablará de infidelidad refiriéndose a la falta de fidelidad en una pareja?, y ¿al final existirá la infidelidad o se supondrá?.

Estos pocos interrogantes son sólo una introducción para tratar el tema que no deja de ser espinoso. Comenzaré por el primero, ¿se entenderá la infidelidad en la sociedad como falta fe católica?, respondo que es muy poco posible, ya que toda la sociedad no es como en los tiempos pasados donde existía el “temor a Dios”, en la actualidad no rige la ley de Dios con tanto protagonismo, rige la ley jurídica que es de otro orden e implica otro proceder. No es... (continúa) 


______________________________
(1), (2) Real Academia Española © Todos los derechos reservado
(3) http://es.wikipedia.org/wiki/Fidelidad


Carlos Enrique Correa Lagos

lunes, 21 de marzo de 2011

51 - Algunos apartados de la investigación sobre la infidelidad -


Sin dejar a un lado la mitología Griega y los aportes que impactan en las mentes de la humanidad, daré paso a la exposición de algunos apartados sobre la infidelidad, sus posibles causas, manifestaciones y efectos, especialmente en la psiquis desde el que la sufre hasta el practicante del acto, bien sea imaginaria o simbólicamente.

Esta investigación la comencé en el cartel psicoanalítico sobre LA FAMILIA CONTEMPORANEA hace unos meses, queriendo indagar esta cuestión de la "infidelidad", qué tan cierta es, desde lo social, pasando por la religión hasta llegar a la individualidad subjetiva y el mundo psíquico de cada cual.

Quiero comenzar dando una hipotesis que se ha hecho sobre el tema, es la siguiente:


“*No soy infiel; son mis genes

BBC Ciencia:

Parece la excusa perfecta para un hombre incapaz de casarse o de formar una relación duradera de pareja: la culpa está en sus genes.
Una nueva investigación descubrió una variante genética que afecta a una importante hormona que se cree está relacionada con los vínculos emocionales.
Estudios en el pasado llevados a cabo con ratas revelaron que esta hormona -llamada vasopresina- afecta la capacidad de los animales de permanecer monógamos.
La investigación, que fue llevada a cabo en el Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia, aparece publicada en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).
Según los autores, los resultados podrían ofrecer un mejor entendimiento de trastornos como el autismo y la fobia social.


Problemas maritales : Los científicos analizaron el ADN de 552 pares de mellizos, todos con hijos y en relaciones de larga duración.

Se pidió a hombres y mujeres que respondieran a una serie de preguntas sobre sus relaciones y posteriormente se comparó a sus respuestas con su formación genética.
“Ésta es la primera vez que una variante específica de un gen ha sido vinculada a la forma como los hombres se relacionan con sus parejas” Hasse Walum, Instituto Karolinska

Los científicos descubrieron que los hombres que tenían la versión 334 del gen AVPR1A obtuvieron menos puntos de sus parejas en lo referente a la fortaleza de su relación.

También mostraron menos probabilidades de estar casados.

Y si estaban casados, tenían más probabilidades de haber experimentado problemas maritales.

Según los autores, los hombres que tenían dos copias de esa variante mostraron el doble de posibilidades de haber sufrido una crisis marital en el último año.


"Existen, por supuesto, muchas razones por las que una persona puede tener problemas con su pareja, dice Hasse Walum, uno de los autores del estudio.""
________________________________________________

Considero que este estudio ha tendido a mirar las cosas objetivamente con los ojos de la ciencia, simplificando y reduciendo un acontecimiento psíquico para ubicarlo en lo orgánico. Esto se puede ver en los títulos de múltiples artículos que mostraron la noticia “GEN DE LA INFIDELIDAD” queriendo mostrar la fórmula para explicar la infidelidad, dirán los hombres o las mujeres a sus parejas “¡Ah, ves! Yo no tengo la culpa, es mi gen, tengo la herencia presente en mi ADN”, Una justificación “científica” de la infidelidad, y válida quizá para muchos ingenuos(as), muestra que la falta de responsabilidad del discurso científico ante lo complejo de la humanidad es considerable. La culpa de ésta des-responsabilización no es del biólogo Hasse Walum, sino de quienes difunden y comentan sin averiguación ni estudio previo de la noticia, es como un “chisme”, siempre se entiende y se vuelve a contar, mal. Pero el objetivo acá no es hablar de lo enredadizo que resulta ser el discurso en el lenguaje, hablamos de la Infidelidad.


La Infidelidad como la he visto hasta ahora es una cuestión psíquica, subjetiva, y por esa misma vía se sufre, una mujer u hombre que ha sido engañada(o) y que lea la noticia no va a quedar tranquila(o) y decir “¡Ja! y yo no lo sabía, pobre, tiene ese gen y no puede ser fiel”. De ninguna manera, la infidelidad ocupa otro espacio, es el espacio del inconsciente y en el afecto de los sujetos, donde vive y forma su “nido”. En la víctima se llamaría, entre otros tantos nombres, CELOS, y en el victimario será goce mezclado con insatisfacción o satisfacción, claro está, esto lo estoy diciendo siendo consciente de que cada infiel es particular y resulta complejo dar una generalidad para sus muchas manifestaciones.

Termino este escrito, dándome por bien servido si expuse una pequeña parte de mi posición y evidentemente el descontento y la crítica a esta noticia publicada en el 2008 por todo el mundo.

Bibliografía: * http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_7593000/7593991.stm

Por: Carlos Enrique Correa Lagos.